La Comunidad de Madrid ha anunciado la construcción en 2015 del aeródromo del Sureste, entre Navalcarneo y el Álamo, que generará 15.000 empleos directos y responde a los requerimientos de Eurovegas para los vuelos privados.
El ejecutivo madrileño sacará a concurso público la creación y gestión en régimen de concesión por un periodo de 40 años el nuevo aeródromo, que nace para dar una respuesta «estratégica» a la reordenación de la actividad por el futuro cierre del aeródromo de Cuatro Vientos.
La construcción, que supone una inversión de 230 millones de euros, se estima que comience sobre el año 2015 y que genere 15.000 empleos directos e indirectos.
Está previsto que el inicio de las operaciones se realicen en 2017 y se calcula que el aeródromo, en su primera fase, contribuirá a la crearán 6.000 empleos con un volumen inicial de 50.000 vuelos anuales mediante el traslado de la aviación ejecutiva de Barajas a partir de 2018 (cerca de 11.500 vuelos ahora) y la actividad que se despliega en Cuatro Vientos (37.500 en el caso de las escuelas de vuelo).
No obstante, las estimaciones del Plan Director establecen que la operatividad crezca hasta los 100.000 vuelos anuales entre 15 y 20 años, actividad que supondrá un impacto económico equivalente al 0,6 por ciento del PIB regional y 12.000 empleos.
Tráfico aéreo
El aeródromo del Suroeste contará con dos pistas, una de 1.000 metros de longitud situada al norte para acoger los aparatos de las escuelas de vuelo y otra de 2.000 metros para los vuelos de negocio, quedando excluida la aviación comercial. Concretamente la longitud máxima de los aparatos que operen en esta infraestructura es de 40 metros y 35 de envergadura, aunque las estimaciones manejadas indican que el 90 por ciento de los aviones no tendrán más de 20 metros.
La capacidad total analizada por el informe de sostenibilidad ambiental del aeródromo del Suroeste es de 180.000 vuelos anuales pero se estima que serán 100.000 las operaciones dentro de 20 años con el traslado del cien por cien de la aviación corporativa, mientras que los trabajos aéreos y escuelas sólo se ubicarían al 50 por ciento.
Además de las dos pistas, el aeródromo contará con una torre de control, zona de servicios y hangares, permitiendo también el tráfico en condiciones de baja visibilidad y nocturnidad, aspectos que a su vez permiten el incremento de actividad de la aviación ejecutiva.
Contaminación acústica
El Gobierno regional se ha decantado por la ubicación por sus buenos accesos (con la R-5 y la A-5 en las inmediaciones y la carretera M-404), por aspectos de seguridad (evitando sobrevolar núcleos urbanos y por estar en una zona de baja densidad poblacional) y por el control de la contaminación acústica.
Desde el punto de vista urbanístico, el municipio de El Álamo tiene al norte un suelo con usos destinados a actividades económicas que supone una barrera física respecto a futuros desarrollos de zonas residenciales y la orientación de las pistas se ha diseñado para evitar el sobrevuelo de núcleos urbanos.