Grefa señala que el pasado 7 de septiembre recibió un aviso de una persona que había visto el cadáver de un águila imperial junto a la M-50. El equipo de rescate de GREFA acudió al lugar y encontró al águila, en un principio se pensó que había muerto por atropello pero tras la necropsia los resultados señalaron que había sido tiroteada.
«Cuando el equipo veterinario realizo la necropsia nos encontramos con la tozuda realidad:. Esta joven águila imperial había muerto brutalmente tiroteada por un escopetero con más de 50 perdigones en su interior» señalan desde Grefa.
Este águila imperial ibérica, una especie en grave peligro de extinción y endémica de la península, destaca entre la gran cantidad de rapaces disparadas que ingresan en los centros de recuperación con la apertura de la temporada de caza.
La semana pasada la Comunidad de Madrid anunciaba que la población del esta especie se había duplicado en los últimos ocho años, apuntando que la población se encontraba en máximos históricos al alcanzar la cifra de 49 parejas reproductoras.
Por lo tanto una mala noticia para el águila imperial.