Un nuevo estudio del Instituto Madrileño IMDEA Nutrición revela que el consumo diario de kombucha enriquecida con fibra prebiótica puede mejorar la microbiota intestinal y reducir los niveles de triglicéridos en sangre, abriendo una puerta a mejores hábitos para la salud metabólica.
La kombucha, una bebida de té fermentado con probióticos naturales, ha sido objeto de una investigación pionera en Madrid. El IMDEA Nutrición ha analizado durante seis semanas cómo la toma diaria de 250 ml de esta bebida enriquecida con fibra, junto con una dieta equilibrada y ejercicio moderado, influye en la salud intestinal y el metabolismo de las grasas.
Cambios visibles en la microbiota intestinal

El estudio detectó un aumento significativo en bacterias beneficiosas como Bifidobacterium, conocidas por su papel en la digestión eficiente y la regulación del sistema inmunológico. Además, se observó una disminución de bacterias relacionadas con procesos inflamatorios, concretamente Ruminococcus torques, lo que podría estar ligado a una mejora en la salud intestinal general.
Reducción de triglicéridos y mejora metabólica
Entre los resultados más destacados está la reducción cercana al 10% de los triglicéridos en sangre, un tipo de grasa vinculado a enfermedades cardiovasculares. Este hallazgo apoya la hipótesis de que la kombucha con fibra puede favorecer un mejor metabolismo de los lípidos, probablemente retrasando la absorción del colesterol perjudicial y aumentando el colesterol bueno HDL.
Ensayo clínico con rigor y seguimiento integral
Las personas que participaron en el ensayo siguieron pautas alimentarias saludables y mantuvieron actividad física, además de limitar ciertos alimentos que podrían interferir con los resultados. Así, la investigación logró aislar el efecto combinado de los probióticos de la kombucha y la fibra prebiótica, inulina de raíz de achicoria, sobre diversos parámetros de salud.
Sin efectos adversos graves
El estudio no reportó efectos secundarios relevantes, salvo un aumento de nivel en gases intestinales, un síntoma común asociado al consumo de prebióticos y que indica una mayor actividad bacteriana en el colon.
En línea con otros estudios y objetivos futuros
Los resultados madrileños confirman lo observado en experimentos con animales, donde la kombucha mostró beneficios similares en el perfil lipídico y en la flora intestinal. Ahora, los científicos buscan ampliar el conocimiento sobre los mecanismos moleculares implicados, con la idea de diseñar biomarcadores que permitan personalizar recomendaciones dietéticas para cada persona.











