La Comunidad de Madrid ha reabierto al público la antigua estación de Chamberí tras realizar una serie de obras durante el mes de agosto para asegurar su conservación
Entre las actuaciones realizadas, destaca la corrección del deterioro de los azulejos de algunos de los paneles publicitarios que se encuentran en los andenes de la estación, en concreto, los de los anuncios de la marca Philips, Agua de Carabaña y Trust Joyero. Por otro lado, se ha repintado la pasarela y los accesos a andenes, y eliminado la oxidación de los elementos metálicos de las antiguas taquillas.
El carácter subterráneo de la estación museo, sumado a la ausencia de protección impermeabilizante en superficie, motiva la aparición de filtraciones, que provocan que sea necesario realizar algunas intervenciones periódicas que garanticen una correcta conservación de este espacio.
Entre 2006 y 2008 se llevó a cabo una restauración integral de la misma, tras más de 40 años de cierre, y se acondicionó para convertirse en el actual museo. Además, en 2017 y 2020 se realizaron nuevos trabajos.
La estación de Chamberí
La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera línea de Metro inaugurada en Madrid en 1919, dentro del tramo Cuatro Caminos-Sol. Su diseño, del arquitecto Antonio Palacios, optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización, y por unos acabados sencillos. Cuenta con una serie de carteles publicitarios que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los años 20 y son uno de sus grandes atractivos.
Chamberí forma parte de los Museos de Metro, junto a otros espacios emblemáticos de la compañía como la Nave de Motores, el antiguo vestíbulo de Pacífico o el museo de los Caños del Peral de la estación de Ópera. Durante los seis primeros meses del año ha recibido más de 20.000 visitas, lo que le convierte en el recinto histórico más concurrido del suburbano madrileño.
