Un año más, la sierra Madrileña vuelve a ser noticia, y de nuevo, para mal. La muerte de Eduardo del Blanco (27 años) el pasado sábado vuelve a poner de relieve el peligro de los deportes de montaña, que año tras año van acumulando víctimas y heridos en las mismas.
El caso de Eduardo no se puede incluir dentro del de aquellos con poca experiencia en la montaña. Experimentado en la materia había hecho cima en picos como el Toubkal en Marruecos, el Mont Blanc en los Alpes, así como Pirineos y Gredos. Una muestra más del peligro de este deporte, ya sea para noveles como para personas curtidas en él.
El accidente ocurrido le puede pasar a cualquiera, montañero experimentado o no, la montaña es un entorno duro, complicado, en el que los errores se pagan y en el que hemos de aumentar la seguridad todo lo que podamos, especialmente si somos de los que empiezan. En esta época del año aún más, cuando perdernos, sufrir una caída o accidente, o tener que pasar la noche al raso puede costarnos la vida.
Las condiciones climáticas han de ser estudiadas y valoradas, pues pueden ser el mayor problema para cualquier montañero. Con ellas o sin ellas, hemos de equiparnos para que la travesía se convierta en una de las mejores apuestas, como ocurre en esta web. Equiparnos con ropa de abrigo adaptado a las condiciones climáticas y todas las herramientas que puedan facilitar nuestra andadura: Crampones, Piolets y demás son indispensables en épocas de invierno, donde el hielo suele aparecer y jugarnos malas pasadas. También es necesario llevar una linterna y pilas de recambio, puesto que si tenemos la mala suerte de estar en la montaña de noche, estaremos completamente vendidos sin luz.
Lo mismo ocurre con la comida o el agua, ya que como ocurre en las apuestas de ciclismo, donde debe ser distribuida y racionada desde que salimos hasta que volvemos y debemos estar atentos al camino, buscando referencias para momentos especialmente difíciles (carreteras, ríos, picos, etc. todo lo que pueda ayudarnos a situarnos) que nos permitan situarnos y dirigirnos en el mapa que, obviamente, es indispensable.
Haremos bien en no dividirnos en ningún momento y, como no, en pleno siglo XXI, llevar un teléfono móvil. A ser posible apagado y en lugar seguro, de manera que podamos usarlo cuando sea realmente necesario. El whatsapp y las opciones de geolocalización son la mejor manera de que nos encuentren los equipos de rescate, por lo que tendremos que saber manejarlo llegado el momento.
En definitiva: Ser prudente y no sobrevalorar nuestra capacidad. Los únicos errores que hemos de evitar en la vida son aquellos que no nos dan la posibilidad de volver a cometerlos. Y la montaña es una bella dama que no suele perdonar determinados errores. Tengámoslo en cuenta.