Durante todo el mes de agosto, las piscinas cubiertas de los centros deportivos Gabriel Parellada e Islas permanecerán cerradas por mantenimiento. Esta interrupción temporal permite realizar trabajos de mejora y acondicionamiento de cara al nuevo curso deportivo. Mientras tanto, las piscinas al aire libre seguirán operativas para quienes deseen refrescarse en verano.
¿Por qué cierran las piscinas cubiertas en agosto?
Como cada año, agosto se convierte en el momento ideal para acometer labores técnicas en las instalaciones deportivas de Tres Cantos. En esta ocasión, los centros deportivos Gabriel Parellada e Islas cierran sus piscinas cubiertas para ejecutar tareas de mantenimiento y pequeñas reformas sin interferir en la actividad habitual.
El Ayuntamiento ha aprovechado esta parada estacional para impulsar varias mejoras en las instalaciones del centro Gabriel Parellada, con el objetivo de garantizar un mejor servicio a los usuarios en la próxima temporada.
Obras de mejora en el Gabriel Parellada
La intervención más destacada tiene lugar en el Gabriel Parellada, donde se está llevando a cabo la renovación parcial de los vestuarios, tanto masculinos como femeninos. Además, se ha previsto la modernización de la sauna, una zona muy utilizada durante los meses de invierno, y la reparación integral de las duchas exteriores, para asegurar su funcionamiento óptimo de cara al próximo curso.
Según ha explicado el concejal de Deportes, Eduardo Lorca, “aprovechamos el parón estival para intervenir en aspectos clave como vestuarios, saunas y duchas, que son muy utilizados durante la temporada. Todo estará listo para el 1 de septiembre, cuando ambas piscinas reabrirán sus puertas en condiciones óptimas para los usuarios”.
Las alternativas al cierre: piscinas de verano abiertas
Para que los vecinos no se queden sin opción de baño durante el mes de agosto, el Ayuntamiento recuerda que las piscinas al aire libre de Foresta y Embarcaciones permanecen abiertas desde el 13 de junio y lo estarán hasta el 14 de septiembre.
Estas instalaciones de verano están pensadas para todo tipo de usuarios, con espacios amplios, zonas verdes y servicio de socorristas. Se han consolidado como una alternativa ideal durante los meses más calurosos del año.
Precios asequibles y bonos para todos los públicos
El acceso a las piscinas de verano se mantiene sin cambios respecto a años anteriores. La entrada general cuesta 7 euros para los no abonados, mientras que los abonados pueden acceder por 3 euros. Como novedad práctica para quienes aprovechan las tardes, los abonados pueden entrar de forma gratuita a partir de las 19:00 horas, siempre que el aforo lo permita.
Además, el Ayuntamiento pone a disposición de los usuarios un bono de cinco accesos por 12 euros, una opción que permite un ahorro considerable frente al precio unitario. Las entradas pueden adquirirse cómodamente a través de la web municipal de deportes: trescantosdeporte.es.
¿Qué pasará después del 1 de septiembre?
Finalizado el mes de mantenimiento, ambas piscinas cubiertas reabrirán con normalidad a partir del 1 de septiembre. El objetivo del consistorio es que los usuarios encuentren unas instalaciones renovadas y en óptimas condiciones, tanto en confort como en funcionalidad.
Esta actuación forma parte de una estrategia de mantenimiento planificado que se repite cada verano, evitando así interrupciones durante la temporada y asegurando la calidad del servicio público.
¿Por qué se hace en verano?
El mes de agosto ha sido elegido por su menor afluencia de usuarios, lo que permite acometer las obras sin generar molestias. Durante este periodo, la demanda de las piscinas cubiertas desciende notablemente, mientras que las de verano concentran la mayoría de los usos. Así, se maximiza la eficiencia de las inversiones sin perjudicar a los usuarios habituales.
Un modelo de gestión preventiva
Este tipo de cierres programados responde a una política municipal de mantenimiento preventivo que prioriza la conservación del patrimonio deportivo local. En lugar de actuar solo cuando surgen averías, se opta por renovar gradualmente aquellas zonas que más desgaste sufren, como los vestuarios o los elementos de uso intensivo.
Con esta planificación, el Ayuntamiento busca no solo mantener la calidad de las instalaciones, sino también reducir costes a largo plazo y mejorar la experiencia de los vecinos.