Las radiales de pago en la Comunidad de Madrid parecen estar en quiebra. La autopista radial R-4 Madrid-Ocaña ha solicitado el concurso voluntario de acreedores, al no poder afrontar el pago de la deuda de 575 millones de euros que vencía el próximo 28 de septiembre. La semana anterior, la R-3 y la R-5 pidieron el preconcurso de acreedores.
Se trata de la segunda vía que solicita el concurso después de que a comienzos de año lo hiciera la que une Madrid y Toledo.
Además, la pasada semana las también autopistas radiales de Madrid R-3 y R-5, solicitaron el ‘preconcurso’, un proceso por el que se dan cuatro meses para negociar con los bancos y tratar de evitar así la suspensión de pagos.
Todas ellas forman parte de la decena de vías de pago que afrontan un riesgo de quiebra por la caída de los tráficos derivada de la crisis y el sobrecoste que registraron a la hora de pagar las expropiaciones de los terrenos sobre las que se construyeron.
Se trata de autopistas participadas por grandes grupos constructores y entidades financieras, y suman un pasivo de unos 3.000 millones de euros.
R-4, una nueva autopista de peaje en peligro
En el caso de la R-4 Madrid-Ocaña, está controlada al 55% por Cintra (Ferrovial), mientras que Sacyr cuenta con una participación del 35% y la antigua Caja Castilla-La Mancha, con el 10% restante.
La radial pide el concurso después de que haya prorrogado en hasta cuatro ocasiones a lo largo de este ejercicio el acuerdo de espera que había alcanzado con sus bancos sobre el pago del préstamo, la última, el pasado mes de junio. Con estos aplazamientos buscaba esperar a que el Ministerio de Fomento diseñara medidas de largo plazo para solventar la situación de estas vías.
Descenso del tráfico de un 8,2%
Estas autopistas de pago se construyeron con el objetivo de despejar el tráfico que congestionaba las principales autovías de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, parece que los viajeros no prefieren estas vías para realizar sus viajes. En el primer trimestre de este año, el tráfico en estas vías ha caído un 8,2%, con respecto al mismo intervalo de tiempo del año anterior.
La red de autopistas de peaje de España registró un descenso de tráfico del 8,2% en el primer trimestre del año en comparación al mismo periodo de 2011, hasta situarse en una media de 14.483 vehículos diarios, lo que supone el mínimo de los últimos catorce años y retrotrae al sector a niveles de 1998.
La R-4 Madrid-Ocaña redujo un 10,6% su intensidad media diaria de tráfico en el primer trimestre de año en comparación a un año antes. En la R-2 Madrid-Guadalajara el número de usuarios descendió un 22,1%, en la R-3 Madrid-Arganda un 15,3% y en la R-5 un 16,2%.
Las causas de estos descensos se sitúan en el descenso de la movilidad, tanto de particulares como de mercancías, derivada de la crisis y la elección por parte de los conductores de vías alternativas libres de peaje, si bien es cierto en estos datos aún no se refleja la subida del precio de los peajes que se produjo a posteriori.
Parece que esta ‘alternativa’ de vía no ha hecho mucha mella en los viajeros que siguen eligiendo otras carreteras para realizar sus viajes, lo que ha provocado que dos de ellas hayan pedido el concurso de acreedores y otras dos están en preconcurso.
