La Comisión Europea ha reiterado su intención de autorizar el cultivo del maíz transgénico 1507 de Pioneer, pese a contar únicamente con el apoyo de España y otros cuatro Estados miembros, porque considera que «jurídicamente no tiene otra opción» dado que los 28 no han formado una mayoría de bloqueo suficiente.

«En virtud de la legislación fiada por los Estados miembros, la Comisión no tiene más alternativa que aprobar la autorización de este organismo genéticamente modificado (OGM). No hay un plazo para hacerlo, pero la Comisión no tiene alternativa», ha explicado en una rueda de prensa el portavoz comunitario de Agricultura, Roger Waite.
Waite respondía así a las críticas lanzadas contra el comisario de Salud y Consumo, Tonio Borg, quien ha anunciado que aprobará este cultivo al no haber una «mayoría cualificada en contra» en el seno del Consejo.
Un total de 19 gobiernos europeos se posicionaron claramente en contra de esta medida en un debate celebrado el martes en Bruselas, pero su peso no es suficiente para sumar una fuerte de bloqueo, debido a la abstención de cuatro países (entre ellos Alemania) y al apoyo al transgénico de otros cinco, liderados por España y Reino Unido.
El expediente de este maíz está sobre la mesa de la Unión Europea desde hace 12 años, cuando Bruselas pidió que se autorizara su cultivo, y las reglas comunitarias establecen que si los Estados miembros no constituyen una mayoría cualificada ni a favor ni en contra, es la Comisión quien debe tomar la decisión final.
El maíz de Pioneer ya está autorizado en la Unión Europea para su uso en alimentos y piensos, pero debe importarse ya que su cultivo no está permitido.
Bruselas afirma que hay hasta seis pronunciamientos de la Agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA) que avalan que este transgénico no plantea riesgos para la salud ni para el medioambiente y recuerda, además, que hay dos fallos del Tribunal de Justicia de la UE (TUE) que instan a los servicios comunitarios a tomar una decisión.