Del 11 de marzo al 10 de abril, en la Sala Margarita Xirgu del Teatro Español llega “Ana el once de marzo”, de Paloma Pedrero. Esta dramaturga aborda los atentados del 11-M a través de una historia humana protagonizada por mujeres y con una mirada eminentemente femenina que lanza “un grito de amor contra la violencia”. El texto llega al Teatro Español tras su exitoso paso por Londres, Nueva York, Atenas, Estambul o República Checa.
El próximo viernes 11 de marzo, tendrá lugar el estreno de Ana el once de marzo en el Teatro Español. La presentación de la obra coincide con el duodécimo aniversario de una de las mayores tragedias de la historia reciente de nuestro país, los atentados de Atocha del 11-M.
Se trata de un texto avalado por su exitoso paso por diferentes plazas de la escena internacional, como Londres, Nueva York, Atenas, Estambul o República Checa, donde obtuvo el Premio del Público al mejor espectáculo en 2010. La obra supone un valiente acercamiento a un tema trascendental del que apenas se ha escrito desde el teatro.
Dirigido por su autora, Paloma Pedrero, junto a Pilar Rodríguez, e interpretado por María José Alfonso, Blanca Rivera, Marta Larralde, Laura Toledo y Ana Peinado, la pieza aborda desde una perspectiva humana (no política) las consecuencias en el entorno personal que la desaparición en trágicas circunstancias de un ser amado produce en tres mujeres. Ana el once de marzo ofrece el punto de vista femenino ante la violencia y una mirada solidaria ante la barbarie.
“En Ana el once de marzo quería hablar de la perplejidad que esta barbarie provocó a tantas personas civilizadas. El público madrileño va a recordar, a traer de nuevo al corazón una experiencia que vivimos muy de cerca y que a todos nos marcó”, pronostica Pedrero.
Sinopsis
Ana el once de marzo narra la historia de tres mujeres relacionadas con un mismo hombre. Un hombre que podría haber ido en el tren atacado en Madrid el 11 de marzo de 2004. Acaba de ocurrir, es la hora de la incertidumbre. Las tres protagonistas, llamadas “Ana”, acaban de enterarse del atentado, no saben nada más. Ellas en el mismo tiempo pero en diferentes espacios, hacen todo lo posible por averiguar dónde está él.
De diferente manera, las tres le aman. Las tres representan a todas las mujeres del mundo, víctimas casi siempre inocentes de la violencia demente en la que seguimos sumidos.
