Siete parejas de halcones se encuentran criando en la ciudad de Madrid. Las rapaces, de origen silvestre, han llegado de forma natural en los últimos años y se han instalado a vivir en el casco urbano según demuestran los trabajos de seguimiento de estas aves que lleva a cabo SEO/BirdLife.
A la colonia de halcones urbanos madrileños se sumó en 2014 una hembra muy especial, pues es un ejemplar anillado por SEO/BirdLife en el año 2011, cuando nació en la ciudad de Madrid. Es de este modo, el primer caso contrastado de un pollo nacido en la capital que vuelve a la ciudad a criar. Como explica jocosamente, Arantza Leal, uno de los técnicos de SEO/BirdLife responsable del seguimiento de los halcones, estaríamos ante “el halcón más castizo de Madrid, o en este caso, la halcona más castiza”, pues se trata de una hembra, como han podido comprobar los ornitólogos al visitar el nido para el marcaje y revisión de salud de los pollos. Hasta ahora solo se habían observado (gracias a la lectura de las anillas que portan) individuos marcados de los otros dos grandes nucleos de cría: “Sierra”, situado a lo largo de la Sierra de Guadarrama y “Campiña”, situado a lo largo de los cortados fluviales de los ríos Henares, Jarama, Tajuña y Tajo.
Es precisamente en estas fechas de primavera cuando los halcones empiezan a tener a sus crías y cuando los técnicos de SEO/BirdLife, ayudados por veterinarios de Grefa, acceden brevemente a los pollos para marcarlos con anillas identificativas, pesarles, medirles y tomar muestras de sangre. Las tareas que se llevan a cabo con los halcones cuentan con la autorización de la Comunidad de Madrid y en ellas participa a menudo personal del cuerpo de Agentes Forestales, con los trabajos de altura que se realizan.
La colaboración ciudadana es esencial para el seguimiento de los halcones. Muchos de ellos anidan en edificios o viviendas particulares, cornisas, salientes o jardineras de bloques altos. A lo largo de estos años algunas personas han encontrado el exterior de su domicilio ocupado por los halcones y han avisado a SEO/BirdLife, prestando toda la colaboración para que la pollada saliera adelante sin molestias. Además, son muchos los ciudadanos que colaboran con SEO/BirdLife avisando de avistamientos de posibles halcones en vuelo por los barrios de Madrid, lo que sirve para comprobar los movimientos de esta rapaz por la ciudad y poder detectar nuevas parejas.
¿Qué hacen los halcones en Madrid?
Mientras en su medio natural el halcón peregrino (Falco peregrinus) ha sufrido una fuerte regresión por diversos motivos como el deterioro del hábitat, el uso de pesticidas, los expolios de nidos para la cetrería y la fuerte competencia de otras rapaces, algunos ejemplares se han ido estableciendo en el casco urbano de la capital, donde, al parecer, se desenvuelven con soltura.
Desde 1996 SEO/BirdLife realiza seguimientos del halcón peregrino en la Comunidad de Madrid, “elaborando censos, siguiendo la reproducción y vigilando los nidos, ya que los expolios eran frecuentes”, afirma Arantza Leal, del Área de Estudio y Seguimiento de Aves de SEO/BirdLife. En el año 1997 comenzó la campaña de anillamiento de los pollos. En 2008 SEO/BirdLife promovió un primer censo nacional de la especie.
Por todos los barrios de Madrid
El seguimiento de las parejas nidificantes de la ciudad de Madrid se realiza desde hace años, realizando SEO/BirdLife acciones puntuales como la colocación de cajas nido para favorecer el asentamiento de las parejas en lugares seguros de cría. En el Museo de América (Moncloa) se colocó una en 2007 y se instaló una cámara web para seguir la evolución de las aves.
El objetivo de esta medida fue informar y sensibilizar a la población sobre la especie. Sin embargo, lo habitual en el protocolo de trabajo es no dar a conocer los lugares exactos de anidamiento, ya que es una especie protegida y además se han de evitar posibles molestias a las aves. Sí puede decirse de forma genérica que las siete parejas conocidas de Madrid nidifican por puntos bien repartidos de la ciudad.
En la capital, los halcones han conseguido encontrar zonas adecuadas para criar y también alimento. Su dieta consiste básicamente en aves. “Capturan palomas, estorninos, vencejos o las cotorras exóticas que proliferan por los parques y jardines de la ciudad. Tienen comida abundante”, afirma Arantza Leal.
“El momento más delicado del año para los halcones es la incubación. La puesta se suele realizar hacia principios de abril y la incubación dura entre 31 y 33 días. Tras la eclosión, los adultos alimentan a los pollos durante un mes; primero dándoles el alimento, más adelante dejándoles la presa entera y, finalmente, enseñándoles a cazar”, añade Juan Carlos del Moral, responsable del Área de Estudio y Seguimiento de Aves de SEO/BirdLife. Pasado ese tiempo, los pollos ya lucen un plumaje juvenil, ganan fuerza y autonomía para moverse en el nido y alimentarse por sí mismos. Pasados unos 45 días tras salir del huevo, es decir, hacia mediados de junio, los jóvenes halcones inician sus primeros vuelos.
Según explica Arantza Leal, a diferencia de otras aves, los halcones no construyen nidos sofisticados. En el medio natural, depositan los huevos sobre el suelo en abrigos rocosos, cortados y cantiles. En las ciudades, eligen ubicaciones semejantes, es decir, edificios altos, donde hacen la puesta sobre jardineras o plataformas similares. En ese sentido, parte del trabajo que realiza SEO/BirdLife es proporcionar a los halcones una caja nido para ayudar a establecerse a las parejas que se han localizado. Las cajas nido de madera se colocan en zonas tranquilas e inaccesibles de los edificios elegidos por los halcones.
Problemas de la población en el campo
Mientras que la población urbana de halcones aumenta, la silvestre está en declive en la Comunidad de Madrid. En el censo de 2008 se revisaron los 98 territorios conocidos y se estimó una población de 28 parejas reproductoras concentradas en dos grandes grupos: sierra de Guadarrama y los cortados fluviales de los ríos Henares, Jarama, Tajuña y Tajo. Por ello se consideró que la especie en la comunidad de Madrid se encontraba en grave declive, y está incluida en el catálogo de especies amenazadas de la Comunidad de Madrid.
“En el medio natural se han identificado algunos problemas, como el aumento de la población de competidores como el búho real, el uso de pesticidas que eleva el contenido de tóxicos en adultos y provocan falta de reproducción o fracaso reproductivo y, además, el efecto de expolios puntuales”, asegura Juan Carlos del Moral, de SEO/BirdLife.
Además, se ha comprobado la colonización por parte de los halcones de municipios cercanos a la capital, donde también SEO/BirdLife realiza el seguimiento de las parejas reproductoras.
En todos los casos, el seguimiento de la especie lo coordina SEO/BirdLife de forma voluntaria con la ayuda de decenas de ciudadanos anónimos que vigilan a las parejas que les son más cercanas. La colaboración de estos voluntarios ayuda a localizar cada año a la mayoría de las parejas y encontrar alguna nueva. También sirve para contactar con los propietarios de las viviendas privadas que los halcones utilizan de lugar de cría.