Los niños consiguen un vínculo emocional más fuerte que los mayores con las mascotas. En un 60 por ciento de los casos, los niños asocian al perro o gato como su compañero de actividades y juegos.

Según el estudio realizado por la fundación Affinity, en 2013 ocho de cada diez niños entre 9 y 12 años prefieren jugar con su gato o su perro antes que los videojuegos. Además, para uno de cada dos niños (46%), el animal es percibido como la principal fuente de apoyo emocional después de los padres.
Una mascota para superar el miedo
Los lazos afectivos con el animal de compañía son los que mejor les hacen superar la sensación de miedo o tristeza, pues el niño recurre de forma habitual a su mascota para abrazarla y encontrar alivio en estas situaciones. Este comportamiento se repite cuando se le presenta un problema, ya que busca a su perro o gato como fuente de consuelo en la misma medida que a sus padres.
Affinity destaca también la percepción que los niños tienen de su relación con la mascota, ya que el primer concepto que asocia la mayoría es el de “cuidar”, seguido por “jugar” y “alimentar”. Así, el estudio subraya los valores de responsabilidad que los animales de compañía transmiten a los niños.