San Valentín, patrón de los enamorados, está a la vuelta de la esquina. Muchos optan por regalos clásicos, como flores o bombones, pero también los hay que apuestan por lo original y la sorpresa. Una cena romántica es otra de la opciones para celebrar esta fecha mientras se complace al paladar.
Para ello, los primeros platos pueden ser un salpicón de marisco o un pastel de salmón, después de los correspondientes aperitivos. La ensalada, con toque exótico es otra opción. Ésta puede prepararse con cangrejo, piña, manzana, gambas, maíz y salsa rosa –el color ideal para dar un cierto toque romántico-.
Y después del marisco, quizá algo de carne. Un solomillo es una buena alternativa. Éste puede servirse a la plancha con una cucharada de azúcar moreno por encima. Verduras al vapor de guarnición y, todo, regado con un buen vino.
Para el postre son indiscutibles las fresas. Se pueden acompañar con champán o cava y, para los más golosos, en un baño de chocolate. Otra opción es elaborar una tarta de galletas. Primero se bañan en leche y después se colocan en el molde con una capa de natillas. La siguiente capa, igual, pero ésta, con chocolate. Es importante darle forma. Un corazón no estaría mal.