Madrid ya tiene todo a punto para uno de los momentos más esperados del año. La Puerta del Sol se prepara para recibir a miles de personas en las tradicionales preúvas de esta noche y las campanadas de Nochevieja, bajo un estricto control que busca garantizar que la fiesta transcurra sin sobresaltos.
La cuenta atrás para despedir el 2025 ha comenzado y el Ayuntamiento de Madrid no quiere dejar nada al azar. Esta mañana, la vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, junto al concejal de Centro, Carlos Segura, han supervisado sobre el terreno el dispositivo que blindará la Puerta del Sol durante las próximas 48 horas. El objetivo es claro: que los vecinos y visitantes puedan disfrutar de las uvas en un entorno seguro y ordenado.
Para lograrlo, se ha diseñado un operativo que movilizará a más de 300 efectivos municipales en cada una de las dos jornadas festivas. Este equipo multidisciplinar incluye a policías municipales, sanitarios de SAMUR-Protección Civil, bomberos y personal de limpieza. La coordinación se llevará a cabo desde el Centro de Coordinación (CECOR), donde representantes de todos los servicios trabajarán en tiempo real para resolver cualquier incidencia.
Control de accesos y límite de aforo en la plaza
Uno de los puntos críticos del plan es el control de la multitud. Como ya es habitual, el aforo de la Puerta del Sol se ha limitado a 15.000 personas. Para que la entrada sea fluida y segura, el protocolo establece un vaciado previo de la plaza a las 21:00 horas. Una vez que el recinto esté despejado, se reabrirán los accesos a las 22:00 horas para quienes deseen celebrar los ensayos o las campanadas reales.
La entrada no será libre por cualquier calle. Se han habilitado cuatro puntos de acceso específicos situados en las calles Mayor, Arenal, Alcalá y la Carrera de San Jerónimo. En estos lugares se instalarán dobles filtros policiales, gestionados conjuntamente por la Policía Municipal y la Policía Nacional, para registrar mochilas y bolsos. Aquellas personas que intenten entrar por vías como Preciados o Montera serán redirigidas por los agentes hacia los puntos de control autorizados.
Policías, drones y perros para vigilar cada rincón
La presencia policial será masiva, con unos 160 agentes destinados específicamente a la plaza. El despliegue no solo se verá a pie de calle con las patrullas de los distritos y la Comisaría Central de Seguridad; también se contará con el apoyo de la Sección de Apoyo Aéreo, que utilizará drones para vigilar el comportamiento de las masas desde el cielo.
Además, el dispositivo incluye a la Sección Canina y al Escuadrón de Caballería. Según ha explicado la vicealcaldesa, el enfoque principal será la prevención: “Este dispositivo, como cada año, hará un especial hincapié en la prohibición de acceder con objetos peligrosos, en el control de la venta ambulante y en evitar los hurtos, tratando de garantizar, al igual que en toda la campaña de Navidad, la total normalidad y la ausencia de incidentes de importancia en las celebraciones, pese a la gran afluencia de gente, y la rápida asistencia sanitaria de precisarse”.
El dispositivo sanitario y de emergencias
Por su parte, SAMUR-Protección Civil desplegará un contingente de 40 profesionales y cinco ambulancias (tres de soporte vital básico y dos avanzadas) para atender cualquier emergencia médica al instante. El operativo incluye equipos especializados como el grupo Fénix de logística, sanitarios que se moverán a pie entre la multitud (ECOS) y el dispositivo DEPAS, diseñado para actuar preventivamente ante posibles actos antisociales.
Los Bomberos de Madrid también estarán presentes con un retén compuesto por un camión y cinco efectivos, además de un jefe de sector integrado en el mando de control. La idea es que cualquier pequeño percance pueda ser atajado en cuestión de segundos, evitando que derive en un problema mayor.
Un balance positivo de la campaña navideña
Inma Sanz ha aprovechado la supervisión para hacer un balance de lo que llevamos de fiestas. Desde que se encendieron las luces el pasado 22 de noviembre, la tónica general ha sido la tranquilidad. La vicealcaldesa ha destacado la «total normalidad» y «la ausencia de incidentes» de gravedad, a pesar de que el centro de la ciudad ha registrado llenos históricos.
Hasta la fecha, la Policía Municipal solo ha tenido que realizar cortes puntuales de peatones por exceso de acumulación de gente, principalmente en las calles Preciados y del Carmen durante el puente de la Constitución. En el apartado sanitario, la mayoría de las intervenciones han sido por causas leves como mareos o caídas. Como dato curioso y preventivo, se han repartido ya 6.000 pulseras para niños, una herramienta clave para que los padres anoten su contacto y se pueda localizar a los menores rápidamente en caso de despiste.
Limpieza exprés tras las uvas
Una vez que terminen las celebraciones y la plaza se vacíe, entrará en juego el servicio de limpieza. Unos 100 operarios y más de 40 máquinas trabajarán a contrarreloj para que la Puerta del Sol recupere su aspecto habitual en el menor tiempo posible. Es un esfuerzo logístico que busca que la celebración sea compatible con el descanso y el buen estado del espacio público para el día siguiente.
