En el conocido como Valle de los Neandertales, ubicado en Pinilla del Valle (Madrid), se ha producido uno de los hallazgos arqueológicos más excepcionales de los últimos años que confirmaría la capacidad simbólica de los Neandertales. Así lo indica el estudio liderado por el arqueólogo Enrique Baquedano, el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, y el geólogo Alfredo Pérez-González y publicado en la revista científica Nature Human Behaviour.
Los investigadores han descubierto un comportamiento extraño de los Neandertales hace aproximadamente 40,000 años. En lugar de estar relacionado con actividades de subsistencia, como la caza, este comportamiento sugiere que los Neandertales tenían capacidades simbólicas, como dar significado a los animales que cazaban. Esto es sorprendente porque hasta ahora solo se había atribuido estas capacidades simbólicas a nuestra especie. Los datos recogidos en el estudio también muestran que los Neandertales acumulaban intencionalmente cráneos de animales en una cueva, lo cual es algo inédito hasta ahora.
Los resultados científicos son el resultado de un intenso trabajo de investigación desarrollado por un equipo multidisciplinar, procedente de distintas universidades y centros de investigación nacionales. Entre los firmantes del artículo se encuentra Rosa Huguet, zooarqueóloga e investigadora del IPHES-CERCA y professora de la URV, Hugues-Alexandre Blain, paleontólogo e investigador del IPHES-CERCA y David M. Martín-Perea, geólogo e investigador postdoctoral Margarita Salas en la UCM – IPHES.
La investigación se centra en el yacimiento neandertal de la Cueva Des-Cubierta, localizado en el 2009 en el sistema kárstico del Calvero de la Higuera en Pinilla del Valle. Se trata de una larga galería con los techos caídos, donde se ha recuperado un conjunto excepcional de cráneos de grandes herbívoros asociados a pequeños fuegos. Los Neandertales que vivieron en las inmediaciones del yacimiento durante el Paleolítico Medio acumularon, en el interior de la cueva, cráneos de diferentes mamíferos, principalmente de animales con apéndices, como los bisontes (Bison priscus), los uros (Bos primigenius), ciervos (Cervus elaphus) y rinocerontes de la especie Stephanorhinus hemitoechus. Estos restos presentan claras evidencias de haber sido procesados por los Neandertales antes y después de haber sido introducidos en la cueva.