La desnudez fría y la sensualidad, dos pilares básicos de la exposición del pintor belga Paul Delvaux que acoge el Museo Thyssen-Bornemisza hasta el 7 de junio.

El Museo Thyssen-Bornemisza presenta una exposición dedicada al pintor belga Paul Delvaux (1897-1994), un artista representado tanto en la colección permanente del Museo (Mujer ante el espejo, 1936) como en la colección Carmen Thyssen-Bornemisza (El viaducto, 1963).
Tras una primera etapa marcada por el expresionismo flamenco, Delvaux descubrió el surrealismo y experimentó la influencia de Magritte y Giorgio de Chirico. El mundo de Delvaux tiene un inconfundible carácter onírico.
Sus figuras femeninas vagan como sonámbulas por escenarios nocturnos, ofreciendo a la mirada del espectador su desnudez a la vez fría y sensual. Realizada en colaboración con el Musée d’Ixelles, esta exposición reúne más de medio centenar de obras del pintor, procedentes de colecciones públicas y privadas de Bélgica, y especialmente de la colección Ghêne.

En ella se recorren cinco grandes temas de la iconografía de Delvaux entre Eros y Tánatos: la Venus yacente; la obsesión por el Doble; las arquitecturas clásicas y las estaciones de ferrocarril; y finalmente la Danza de la muerte.
La exposición permanecerá en el Museo Thyssen-Bornemisza hasta el 7 de junio. La entrada tendrá un coste de 9 euros, excepto para estudiantes, mayores de 65 años, pensionistas, personas con discapacidad, familia numerosa, carnet joven y para los profesores en Facultad de Bellas Artes, que tendrá un coste de 6,50 euros.
Además, los desempleados y los menores de 12 años entrarán gratis. Más información aquí.