En el camino de La Tejera de Algete, frente al edificio de los Toriles, han aparecido tres gallinas decapitadas en el margen del camino, una imagen que ha dejado atónitos a quienes han presenciado el hallazgo. Los cuerpos de las aves muestran apenas los primeros signos de descomposición, lo que apunta a que fueron depositadas recientemente en la zona o en la misma se realizó algún tipo de ritual. El descubrimiento ha generado especulaciones sobre el origen del acto y su posible relación con prácticas rituales o esotéricas, dadas las fechas en las que nos encontramos.
¿Un ritual esotérico o vandalismo?
La disposición y el número de gallinas encontradas en estas condiciones han suscitado preguntas sobre si este acto podría estar vinculado a prácticas de carácter ritual o esotérico. Aunque el sacrificio de animales es común en ciertas religiones o creencias esotéricas, como el vudú o la santería, en España está prohibido sacrificar animales con fines rituales, tanto en espacios públicos como privados. Esta restricción normativa dificulta la legitimidad de cualquier tipo de acto similar en territorio español, situando este tipo de hallazgos en un terreno de ilegalidad y sancionable.
Más casos en la zona norte
Hace escasamente unas semanas aparecieron en San Sebastián de los Reyes los restos decapitados de un carnero en la Avenida del Puente Cultural y que el Diario de Sanse recogió en su web
Los sacrificios de gallos o gallinas en contextos como la santería o el vudú suelen realizarse con objetivos específicos, como buscar protección espiritual o prosperidad, y siempre en contextos controlados y de respeto. Sin embargo, la disposición de los cuerpos de las gallinas en un espacio público como el camino de La Tejera, sin ningún tipo de preparación ceremonial visible, diferencia claramente este hallazgo de las prácticas religiosas tradicionales que se realizan en otros países donde sí están permitidas.
La simbología detrás del número tres
La aparición de tres gallinas decapitadas en lugar de una también ha abierto la puerta a distintas interpretaciones. En el ámbito de la antropología y el simbolismo ritual, el número tres es comúnmente asociado a conceptos de fuerza triplicada o invocación de energías espirituales. En algunos rituales esotéricos contemporáneos, el número tres se emplea para intensificar el impacto simbólico de un acto, aunque estos rituales suelen ser reinterpretaciones de prácticas antiguas sin un trasfondo profundo.

Además, en el marco de ciertos rituales de magia negra o esotérica, la decapitación de gallinas puede interpretarse como un símbolo de rebeldía o ruptura de normas, y no necesariamente está relacionada con objetivos espirituales reales. Estos actos suelen realizarse de forma aislada, muchas veces buscando más la provocación o el impacto visual que un propósito genuinamente ritualístico o espiritual.
La opción más lógica: el ataque de un mustelido:
Caza de gallinas y el comportamiento de decapitación
En el caso de algunos mustélidos, como la comadreja (Mustela nivalis) o el armiño (Mustela erminea), existe un fenómeno bien documentado relacionado con sus incursiones en gallineros. Estos animales, cuando tienen acceso a aves domésticas como gallinas, pueden manifestar un comportamiento que parece exagerado: matan más presas de las que pueden consumir de inmediato, un fenómeno conocido como «depredación excedente».
Razones detrás de este comportamiento
- Instinto predador:
Los mustélidos son cazadores por naturaleza, diseñados para aprovechar cualquier oportunidad de alimento. Cuando encuentran un grupo de presas confinadas, como en un gallinero, su instinto se dispara, llevándolos a atacar repetidamente. - Método de caza eficiente:
Su técnica para cazar aves suele centrarse en morder rápidamente el cuello o la base del cráneo, lo que provoca una muerte instantánea. Esto optimiza su eficiencia como cazadores y les permite pasar rápidamente a la siguiente presa. - Almacenamiento de comida:
Algunos mustélidos tienen la costumbre de acumular alimento para consumirlo más tarde. Aunque no siempre es posible almacenar aves grandes como gallinas, este comportamiento podría ser una herencia evolutiva que les motiva a aprovechar cualquier excedente. - Factores de estrés y espacio cerrado:
En un entorno confinado como un gallinero, las aves no tienen escapatoria. Los movimientos caóticos de las gallinas al intentar huir pueden intensificar la respuesta predadora del mustélido, llevándolo a atacar sistemáticamente hasta que no quede más movimiento.
La decapitación como técnica específica
Este comportamiento puede parecer cruel desde una perspectiva humana, pero tiene una función práctica para el mustélido:
- Rapidez y precisión: La mordida en el cuello o cabeza incapacita inmediatamente a la presa.
- Facilidad para transportar la presa: Al decapitar, reducen el peso y hacen más manejable el traslado del ave.
- Prevención de resistencia: Una gallina decapitada no puede intentar huir ni alertar a otras presas.
Implicaciones en ecosistemas rurales
Este comportamiento suele ser problemático para los criadores de aves de corral, ya que una incursión puede resultar en pérdidas significativas. Sin embargo, es importante recordar que los mustélidos no tienen intención de «destruir» por crueldad, sino que responden a sus instintos naturales.
Medidas preventivas
Para evitar estos ataques, los granjeros pueden implementar estrategias como:
- Gallineros seguros: Uso de estructuras cerradas y reforzadas con mallas pequeñas.
- Eliminación de accesos: Bloquear entradas potenciales como agujeros o grietas.
- Disuasores naturales o tecnológicos: Uso de luces, ruidos o incluso animales guardianes como perros especializados.
Un dato curioso
Los mustélidos son también grandes controladores de plagas, ya que en su hábitat natural suelen alimentarse de pequeños roedores, aves, insectos y otros animales. Aunque sus incursiones en gallineros sean problemáticas, en la naturaleza desempeñan un papel crucial en el equilibrio de los ecosistemas.
Este comportamiento, aunque fascinante desde el punto de vista zoológico, resalta cómo la interacción entre la fauna silvestre y los humanos requiere un equilibrio para minimizar conflictos y proteger tanto la biodiversidad como los intereses humanos.
El protocolo ante este tipo de hallazgos
Aunque las autoridades locales de Algete aún no han intervenido directamente en la zona, cualquier hallazgo de animales muertos en condiciones inusuales puede ser objeto de investigación por cuestiones de salubridad pública y normativa de bienestar animal. Crónica Norte se ha puesto en contacto con la Guardia Civil para avisar de este hecho. En el caso de encontrar cuerpos en espacios públicos, el Ayuntamiento puede intervenir para retirar los restos y evitar riesgos sanitarios, además de tomar muestras en situaciones sospechosas para esclarecer posibles motivos.

En muchos municipios de España, la aparición de animales sacrificados de manera irregular ha motivado que las autoridades establezcan procedimientos específicos. Estos incluyen el análisis de los cuerpos para determinar si su muerte corresponde a actos vandálicos o ritualísticos no permitidos. En estos casos, las sanciones pueden incluir multas o investigaciones si se determina que se ha cometido un acto que viola la normativa vigente de protección animal.
Prácticas prohibidas y la convivencia en el espacio público
La aparición de animales decapitados en espacios accesibles al público también pone en la mesa el debate sobre el respeto a la salubridad y la convivencia en entornos naturales y urbanos. En España, la normativa sobre bienestar animal y salubridad pública prohíbe cualquier sacrificio animal con fines rituales o esotéricos en el espacio público, así como en el privado. Cualquier acto que contravenga estas normas, además de suponer un riesgo sanitario, representa un incumplimiento legal.