¿Qué consecuencias tiene para el cerebro una mala gestión de las emociones? Esta es la pregunta que se planteó un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Ginebra (UNIGE). Para darle respuesta observaron la activación del cerebro de adultos jóvenes y mayores ante el sufrimiento psicológico ajeno.
Según informan desde la Agencia SINC, las emociones negativas, la ansiedad y la depresión favorecen la aparición de enfermedades neurodegenerativas y demencia. Pero hasta ahora no se conocía su impacto en el cerebro y si es posible limitar sus efectos nocivos.
Las conexiones neuronales de los adultos mayores muestran una importante inercia emocional: las emociones negativas las modifican en exceso y durante mucho tiempo, sobre todo en la corteza cingulada posterior y la amígdala, dos regiones cerebrales muy implicadas en la gestión de las emociones y la memoria autobiográfica. Estos resultados, que se publican en Nature Aging, indican que una mejor gestión de estas emociones —mediante la meditación, por ejemplo— podría ayudar a limitar la neurodegeneración.
Capacidad para regular las emociones
Lo que ocurre después de percibir una emoción negativa en el cerebro y si cambia el proceso con la edad era un misterio. Estudios previos en psicología demostraron que la capacidad de cambiar rápidamente de emociones es beneficiosa para la salud mental. Por el contrario, las personas incapaces de regularlas y que permanecen mucho tiempo en el mismo estado corren un mayor riesgo de sufrir depresión.
Diferencias entre cerebros
Los científicos mostraron a los voluntarios breves clips de televisión que mostraban a personas en un estado de sufrimiento emocional —durante una catástrofe natural o una situación de angustia, por ejemplo—, así como vídeos de contenido emocional neutro, con el fin de observar su actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional. En primer lugar, el equipo comparó un grupo de 27 personas mayores de 65 años con otro de 29 personas de unos 25 años. A continuación, se repitió el experimento con 127 adultos mayores.
Enfermedades neurodegenerativas
Las personas mayores tienden a regular sus emociones mejor que los jóvenes y se centran más fácilmente en los detalles positivos, incluso durante un acontecimiento negativo. Sin embargo, los cambios en la conectividad entre la corteza cingulada posterior y la amígdala indican una desviación del fenómeno normal del envejecimiento, acentuada en las personas que muestran más ansiedad, rumiación y emociones negativas, según los investigadores. Esta corteza es una de las regiones más afectadas por la demencia, lo que sugiere que la presencia de estos síntomas podría aumentar el riesgo de enfermedad neurodegenerativa.
Los efectos de la meditación y la enseñanza de idiomas
Para conocer si se puede actuar frente a esta inercia, el de investigación está llevando a cabo ahora un estudio que durará 18 meses para evaluar los efectos del aprendizaje de lenguas extranjeras, por un lado, y de la práctica de la meditación, por otro.