El Infierno en la campa: Un incendio carboniza cientos de coches entre Algete y Fuente el Saz
Un repentino incendio de pastos en Algete, Madrid, se transformó en una pesadilla al alcanzar un descampado repleto de vehículos. Las llamas calcinaron cerca de 270 automóviles, movilizando una impresionante fuerza de extinción de 17 equipos y dejando una tóxica nube negra como testigo. Afortunadamente, no se registraron heridos graves, aunque un bombero requirió revisión médica preventiva.
La chispa que encendió el Caos
La tranquilidad de la tarde del sábado en Algete se quebró a las 18:00 horas. Una llamada al Centro de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid alertaba de un incendio de pastos en la avenida Víctimas del Terrorismo. Lo que parecía un fuego rutinario pronto reveló su verdadero y devastador potencial. Con una velocidad alarmante, las llamas saltaron desde la vegetación seca hacia un vasto descampado contiguo, utilizado como zona de estacionamiento para cientos de vehículos.
De pastos a chatarra ardiente: La velocidad del desastre
La transición fue brutal. Los bomberos de la Comunidad de Madrid, activados de inmediato, llegaron al lugar para encontrarse con una escena dantesca. El fuego, avivado por condiciones probablemente favorables, ya había engullido aproximadamente 30 coches en su primera embestida y se expandió sin control por la campa hasta carbonizar 270 vehículos. La prioridad pasó de sofocar pastos a una carrera contrarreloj para contener un infierno metálico.

Una fuerza de extinción colosal toma posiciones
La magnitud de la emergencia exigió una respuesta sin precedentes. En el punto álgido, 15 medios terrestres y dos aéreos de los bomberos de la Comunidad de Madrid, reforzados por brigadas forestales y agentes forestales, desplegaron todo su potencial sobre el terreno. Una densa y ominosa columna de humo negro, generada por la combustión de materiales sintéticos y tóxicos de los vehículos (plásticos, gomas, fluidos), se elevó sobre Algete, visible desde kilómetros a distancia. La estrategia se centró en un cerco de fuego: evitar a toda costa que las llamas saltaran a otros vehículos aún intactos dentro de la inmensa campa y, especialmente, a una nave industrial cercana que estuvo en grave riesgo.
Mensaje del Alcalde:
«El alcalde confirma la extinción del incendio en la Campa de vehículos de Algete, agradeciendo el esfuerzo de todos los servicios de emergencia. Aunque un retén de bomberos permanece en la zona para prevenir rebrotes, garantiza tranquilidad a los vecinos afectados (especialmente en Prado Norte ), destacando que no hubo heridos y que los daños materiales son reparables.»
El coste humano y material: Alivio y pérdidas
Pese a la espectacularidad del siniestro y el peligro inherente, hubo un rayo de luz en medio del humo. El dispositivo sanitario preventivo del SUMMA 112, desplegado como medida de precaución, no tuvo que atender a víctimas civiles. «No se han registrado heridos», confirmaron fuentes de Emergencias 112 Comunidad de Madrid. Sin embargo, el esfuerzo físico y las condiciones extremas dejaron su marca en los equipos de rescate: un bombero fue trasladado a un centro de salud como medida preventiva, subrayando los riesgos que enfrentan estos profesionales. Materialmente, el balance fue severo: los datos finales y contrastados indican que aproximadamente 270 vehículos quedaron calcinados, una cifra muy superior a las estimaciones iniciales y que refleja la intensidad del incendio.
La Larga Noche del Refresco y las Incógnitas por Resolver
Aunque las llamas activas fueron dominadas, la amenaza no desapareció con el anochecer. La zona afectada permanecía «muy caliente», requiriendo una vigilancia constante para evitar rebrotes. Por ello, tres retenes de bomberos, apoyados por drones para una monitorización más eficiente y segura, permanecieron en el lugar durante toda la noche. Su labor: «refrescar» continuamente los puntos calientes y asegurar el perímetro. Ya en fase avanzada de extinción, la labor se redujo a un retén manteniendo la vigilancia activa.
Un Detalle Crucial: ¿Algete o Fuente el Saz?
Un dato administrativo relevante surgió durante la gestión de la emergencia. Mientras el incendio se reportó inicialmente en Algete, concretamente en la avenida Víctimas del Terrorismo, el responsable de la campa donde se almacenaban los vehículos afectados indicó que todo ese terreno pertenece en realidad al municipio vecino de Fuente el Saz. Esta discrepancia geográfica, aunque no afecta a la respuesta de emergencia, podría tener implicaciones posteriores en términos de responsabilidades o gestión del terreno.
Reflexiones Tras el Humo: Seguridad en Zonas de Acopio
El incendio de Algete (o Fuente el Saz) deja tras de sí no solo un paisaje de chatarra humeante y pérdidas económicas significativas para los propietarios de los vehículos, sino también preguntas incómodas. ¿Están suficientemente reguladas y vigiladas estas grandes zonas de acopio de vehículos, a menudo en descampados? ¿Se cumplen las medidas de seguridad contra incendios, especialmente en períodos de alto riesgo? La facilidad con la que un fuego de pastos se convirtió en una catástrofe para cientos de coches pone el foco en la vulnerabilidad de estos espacios y la necesidad de revisar protocolos para prevenir que una chispa, accidental o no, tenga consecuencias tan dramáticas. La rápida intervención de los bomberos evitó una tragedia mayor, pero la imagen de 270 coches reducidos a cenizas sirve como un crudo recordatorio de la fuerza destructiva del fuego y la importancia de la prevención en el uso del territorio.