Pensar en los ciclos del tiempo es lo que se propone en ‘1.8’, la escultura del artista estadounidense Janet Echelman, que flotará sobre la Plaza Mayor hasta el 19 de febrero, con motivo de su cuarto centenario.
Las vibraciones provocadas por el terremoto de Japón en 2011 aceleraron momentáneamente la rotación de la Tierra y acortaron la longitud del día en 1.8 microsegundos.
Con 45 metros de largo, 35 metros de ancho y 21 metros de alto, esta escultura, formada por capas de fibra trenzadas y anudadas, ondean al ritmo del viento madrileño como ya lo hizo en Londres, ciudad que acogió esta instalación pero en blanco y negro.
Devolver el protagonismo a la Plaza Mayor
Devolver el protagonismo a la plaza más significativa de la capital, permitir que recupere su esencia y convertirla en un espacio vivo que sea el foco cultural de la ciudad es el objetivo principal de la programación que el Ayuntamiento de Madrid ha preparado para conmemorar el IV Centenario de la Plaza Mayor.
La escultura es completamente blanda y está construida con dos tipos de fibra técnica: el polietileno de peso molecular ultra alto, una fibra más de quince veces más fuerte que el acero, constituye la parte estructural de la pieza, y cordones de nylon de alta resistencia con mezclas únicas de color.
Janet Echelman ha reconocido sentirse «enamorada» de Madrid y los madrileños, y una «privilegiada» de trabajar en un emplazamiento con tanta historia. Además, ha puesto de manifiesto que el aldabonazo a su carrera como artista se produjo en la capital, en 2001, al instalar una de sus particulares esculturas en el patio de acceso sur de Ifema durante la celebración de Arco.