Auge del Conflicto en la Cuna de la Civilización
Hace más de 6.000 años, el surgimiento de los primeros asentamientos urbanos en el Oriente Medio marcó un hito en la historia de la humanidad. Sin embargo, este avance civilizatorio estuvo acompañado de un notable incremento en la violencia interpersonal, según un estudio liderado por la Universidad de Barcelona. Los investigadores se valieron de una nueva base de datos que engloba restos óseos de más de 3.500 individuos, desentrañando patrones de violencia que esclarecen la evolución del conflicto humano a lo largo de las eras.
La Violencia y los Protoestados Centralizados
El período comprendido entre el 4.500 y el 3.300 a.C., conocido como la Edad del Cobre o Calcolítica, experimentó un marcado pico de violencia, coincidiendo con el nacimiento de los primeros protoestados centralizados en la región de Mesopotamia. Los hallazgos sugieren que la violencia alcanzó su zenith durante esta era, para luego manifestar un descenso durante las Edades del Bronce temprana y media (3.300 – 1.500 a.C.).
Evidencias Óseas del pasado belicoso
Este análisis, fundamentado en el examen de traumatismos craneales y heridas relacionadas con armas en esqueletos, brinda una ventana hacia la naturaleza del conflicto humano en las primeras etapas de la civilización organizada. Los restos, que abarcan un período desde el 12.000 hasta el 400 a.C., fueron excavados en siete países del Oriente Medio, incluyendo Turquía, Irak, Irán, Siria, Líbano, Israel y Jordania.
Transición violenta hacia la Edad de Hierro
La transición hacia la Edad de Hierro marcó otro período significativo de violencia, exacerbada posiblemente por 300 años de sequía, dispersión poblacional y escasez de recursos. Los autores del estudio postulan que estos factores podrían haber contribuido a la escalada de conflictos violentos, dejando rastros físicos que hoy permiten entender mejor la naturaleza de la violencia en las primeras sociedades humanas.
Desafíos para desentrañar la evolución de la violencia
Hasta la fecha, la comprensión de la evolución de la violencia interpersonal a largo plazo ha sido limitada debido a la falta de datos y evidencias de periodos históricos diferentes. Si bien existen registros de homicidios de periodos más recientes, los sesgos informativos han obstaculizado una comprensión clara del pasado. La hipótesis de una disminución de la violencia a lo largo de los milenios, acelerada desde la Ilustración (siglos XVII y XVIII), sigue siendo un tema de investigación y debate en la comunidad científica.