Comida basura o fast food. En castellano o en inglés pero, sea como fuere, crea adicción. Al menos, así lo asegura un estudio que recoge la revista Nature Neuroscience. La publicación da a conocer cómo los alimentos ricos en grasas pueden llegar a crear dependencia e, incluso, establece una comparativa con la adicción a drogas o psicotrópicos.
Según el informe, las personas adictas a la comida rápida pueden, incluso, experimentar el síndrome del ‘mono’ unos argumentos que los investigadores del Scripps Research Institute de California (Estados Unidos) apoyan en los experimentos realizados con roedores de laboratorio. Éstos recibieron comida de este tipo y se demostró una conducta de dependencia hacia estos alimentos que puede extrapolarse, tal y como aseguran los expertos, a los humanos.
Asimismo, indican que la fast food actúa como una droga en el cerebro de un comedor compulsivo y añaden que se activan las mismas zonas de recompensa que las que se ponen en marcha en aquellas personas drogadictas.