La razón por la que el chocolate tiene sus riesgos para perros y gatos se debe a la presencia de la teobromina, una molécula que genera de forma natural el árbol del cacao durante la fotosíntesis y que es necesaria para su metabolismo y crecimiento.
Se trata de una sustancia estimulante similar a la cafeína que puede originarles malestar estomacal, acelerar su ritmo cardiaco y hasta producir su deshidratación, convulsiones y, en los casos más graves, la muerte. Así lo dice la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria, en un estudio sobre la teobromina.
Chocolate en navidad
Los veterinarios de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) ya advierten en un estudio publicado en ‘Veterinary Record’ de que el riesgo de intoxicación por chocolate en perros y gatos crece durante las fiestas de Navidad. Y eso que los felinos son menos susceptibles a comer chocolate, ya que son más selectivos con su comida. Pero, en caso de ingesta, también puede ser fatal, debido a su menor tamaño. Sin embargo, «a los perros les encanta el chocolate», dice el veterinario Peter-John Mäntylä, coordinador de la investigación británica. Por eso, el doctor de animales recomienda mantener este dulce, tan habitual durante las fiestas navideñas, fuera de su alcance.
De todos modos, conviene estar preparados para acudir al veterinario en caso de ingesta accidental. Se debe saber proporcionar información previa por teléfono sobre la cantidad tomada y tener cerca la etiqueta del producto. En el envase o envoltorio del alimento hay información sobre el contenido exacto de cacao, un dato que también servirá de referencia al veterinario para hacer una primera valoración sobre la gravedad de la posible intoxicación alimentaria.