Las universidades españolas continúan en los últimos puestos a nivel mundial. No hay ningún centro que se clasifique entre los 100 primeras. La más cercana es la pública de Barcelona que se sitúa en el 151.
Las mejores universidades en el mundo se encuentran en EEUU y Gran Bretaña, pero España no pasa del puesto 150, donde se sitúa la Universidad de Barcelona. Por su parte, la Autónoma de Barcelona y Autónoma de Madrid aparecen entre los puestos 201º y 300º, la Complutense de Madrid se sitúa entre el 301º y 400º, al igual que la Politécnica de Valencia, la Universidad de Granada y la Pompeu Fabra. La Politécnica de Cataluña está entre el 401º y 500º, como la Universidad de Santiago de Compostela, País Vasco y Zaragoza.
¿Qué mejorar en la universidad española?
La mayoría de rectores españoles se quejan de la falta de dinero. Así, la investigación no puede ser uno de los fuertes de los centros en España. Aunque no es la única medida que se tiene en cuenta. Otra de las faltas en las universidades de nuestro país es la escasez de vínculos con las empresas. Los alumnos no cuentan con grandes facilidades al salir de sus estudios. Este es otro de los aspectos que hay que mejorar, y por los que nos situamos a la cola del mundo.
Además, en lo que respecta al profesorado, no existe un tráfico extranjero hacia las aulas españolas. La mayoría de catedráticos son de nuestro país. Un ejemplo de cambio es la universidad Pompeu Fabra, que ha llegado a situarse entre las 50 mejores del mundo de menos de 50 años. Si se analiza su plantilla, hay profesores con doctorados en Londres, Harvard o Chicago, y de diversas nacionalidades que importan modos de educación diferentes.
Un informe guardado en un cajón
Ante esta situación, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, encargó una comisión de expertos para que resolviera qué hacer y mejorar la calidad en las universidades españolas: encontrar errores y resolverlos. Pero el documento de la investigación, entregado en febrero de 2013, se ha guardado en un cajón. Aunque algunas fuentes del ministerio alegan que se está estudiando con todas las partes involucradas.
Poca movilidad entre los alumnos españoles
El 85% de los alumnos españoles no sale fuera de su comunidad autónoma para estudiar una carrera. Aunque, cada vez más, las familias con posibilidades económicas si están enviando a sus hijos al extranjero, fundamentalmente a Gran Bretaña, Francia y Alemania, para que terminen sus estudios. Una mejor clasificación en el ranking hace que estos centros consigan tener alumnos de más de 100 nacionalidades. En cambio, en lo que respecta a España, sólo un 2% de los estudiantes es extranjero.