Los coches más contaminantes pagarán una tasa de un 50% más por aparcamiento en Madrid. El objetivo «incentivar por todas partes» el uso de los vehículos limpios.
Esta semana, el equipo de Gobierno de Manuela Carmena va a aprobar una reforma de las tarifas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) para que los coches más contaminantes paguen una tasa de aparcamiento un 50 % más cara que los limpios, cuya tarifa será «bastante más barata».
El objetivo de estas reformas radica en «incentivar por todas partes» el uso de los vehículos limpios, de la misma manera que en el próximo plan de calidad del aire se endurecerá el acceso a las zonas de prioridad residencial (APR) de los vehículos de reparto de mercancías más contaminantes.
Sin embargo, aquellos coches considerados «Cero Emisiones» -los que no sean de combustión interna- (eléctricos, de pila de combustible o de emisiones directas nulas) no pagan por estacionar en el servicio regulado (que ocupa toda la almendra central de Madrid, en el interior del anillo de la M-30). Algo similar ocurre con los vehículos eléctricos enchufables PHEV y los eléctricos de rango extendido.
El Servicio de Estacionamiento Regulado (SER)
El Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) tiene por objeto la gestión, regulación y control del estacionamiento de vehículos en determinadas zonas de la vía pública en la ciudad de Madrid, con la finalidad de racionalizar y compatibilizar el uso del espacio público y el estacionamiento de vehículos.
Existe una tarifa base, a la cual se aplican reducciones y recargos en función de la tecnología del vehículo y del nivel de ocupación del barrio en el momento del estacionamiento.
El parquímetro determinará las reducciones o recargos que corresponde aplicar a través de su conexión a la base de datos de la Dirección General de Tráfico y a una plataforma integral de los parquímetros. Por ello, también se abonará la tarifa base cuando el vehículo no esté de alta en el sistema de la Dirección General de Tráfico y no se pueda determinar las reducciones o recargos a aplicar por la tecnología del vehículo.