La huelga del servicio de limpieza y jardinería de la Comunidad de Madrid continúa en su segundo día consecutivo, con más del 70% de seguimiento de la plantilla.
La basura empieza a campar a sus anchas por la ciudad de Madrid debido al segundo día de huelga de los operarios de limpieza y jardinería, secundada por más del 70% de los trabajadores, y por el 97% hoy, miércoles 6 de noviembre, según UGT.
La basura se acumula en los barrios de Jacinto Benavente, Malasaña, Tirso de Molina y Lavapiés a través de Concepción Jerónima, Cuchilleros, la calle de Toledo y la Ribera de Curtidores, sin olvidar Montera, Gran Vía y Chamberí. También la porquería se va amontonando en la Avenida de Albufera (Puente de Vallecas), el Barrio de la Concepción, Pueblo Nuevo (Ciudad Lineal), Prosperidad (Chamartín) o la calle del Ámbar (Villaverde Bajo). El Parque del Retiro acumula bolsas de basura y papeles, que en muchas ocasiones son depositados por los propios huelguistas.
Motivos de la huelga
La patronal, Aselip, asegura que tras el nuevo contrato integral de limpieza no pueden mantener a toda la plantilla y plantean despedir a 1.144 empleados, a pesar de la oferta para reducir la cantidad un 12% a cambio de reducir los salarios a los trabajadores. Algo que desde UGT no han aceptado. Tras la falta de entendimiento y el ERE presentado por Cespa (Ferrovial), Valoriza (Sacyr), OHL y FCC-Alfonso Benítez; desde UGT, CCOO y CGT convocaron la huelga.
Por su parte, las concesionarias del servicio alegan que el nuevo contrato integral de limpieza ha sido recortado en 373 millones, con el que el Ayuntamiento pretendía ahorrar un 10% del coste. Los sindicatos recalcan que fueron ellas las que pujaron para hacerse con el servicio.
Félix Carrión, responsable de Saneamiento Urbano de CC OO, afirma que «ya despidieron a 350 personas en agosto y están incumpliendo el convenio colectivo al no abonar los atrasos ni la subida de sueldo de 2012; estamos dispuestos a una batalla larga».
Servicios mínimos y bandalismo
La huelga de limpieza tiene unos servicios mínimos, decretados por el Ayuntamiento, del 40% en limpieza, con prioridad para los centros de salud, lugares más transitados, zonas turísticas, y del 20% en jardinería, mantenimiento de mobiliario urbano y administración. Este servicio mínimo se vio impedido en un 25% por los piquetes, según informaba la directora general de Zonas Verdes, Limpieza y Residuos, Marta Alonso.
Se prendió fuego al mobiliario urbano. En la calle de Villa Sandino (Latina) las llamas se extendieron a los coches colindantes, así también como en la calle de Honrubia (Vallecas). Las cerraduras de una veintena de casetas de jardinería fueron inutilizadas. Con ello, la Policía detuvo a cinco personas acusadas de daños y desórdenes públicos en Carabanchel tras requisarles gasolina, dos mecheros y pastillas incendiarias. Los actos fueron rechazados por los convocantes de la huelga.
Botella mira hacia otro lado
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, afirma que el problema es de la empresa y los trabajadores ya que el servicio está “externalizado”. Tanto PSOE, IU y UPyD pide a Botella que haga frente al problema ya que fue el Ayuntamiento quien redactó el contrato de limpieza.