Las setas triunfan en otoño. Aunque se pueden consumir y adquirir durante todo el año, es en esta época donde se encuentran más tipos y variedades.
Las setas son muy parecidas en composición a los vegetales. Tienen nueve partes de agua y un contenido similar de proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales y fibra que las verduras. Pero además tienen esa textura y un sabor inconfundible.
En otoño, níscalos, boletus edulis (y otros tipos de boletus), gorro verde, coprinus, amanitas (de muchos tipos, incluidas algunas variedades muy tóxicas), setas cardo o rusula son algunas de las más comunes y, a la hora de recogerlas, es importante extremar las precauciones. No se arrancan a la ligera y algunas setas hay que cogerlas de forma especial. Lo principal es ir con alguien que conozca el terreno para que no haya sorpresas. Pero también existen asociaciones micológicas que asesoran sobre que setas se han recogido.
Preparación
Una de las recomendaciones es no meterlas a remojo, ya que se pueden estropear.
Las recetas pueden ser muy variadas, desde sopas o cremas, hasta prepararlas a la plancha directamente, en estofados, cocidas, rebozadas, en rellenos, con pasta, etc.
(FOTO: jlastras)
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