Más de un millón de personas han visitado Madrid este fin de semana con motivo del Orgullo 2015. Las calles de la capital se llenaron de música, alcohol y reivindicación bajo el lema “Leyes por la igualdad real, ¡ya!”
La manifestación comenzó cerca de las 18.30 horas y recorrió el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos hasta llegar a la Plaza de Colón donde había un gran escenario. Se calcula que fueron más de un millón de personas y 28 carrozas los asistentes al Orgullo 2015.
Este año las numerosas plataformas pedían medidas legislativas concretas para acabar con la “discriminación que aún existe en España”. La manifestación había sido convocada por COGAM y FELGTB, para demandar que se redacte una Ley Integral de Transexualidad.
La alcaldesa, Manuela Carmena, leyó un manifiesto donde aseguraba respaldar la fiesta del orgullo y agradecía el esfuerzo de muchas personas que han conseguido hacer del Orgullo una fiesta y lucha contra la desigualdad.
Numerosos políticos acudían a la marcha como los secretarios generales de PSOE y Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias; los diputados Alberto Garzón (IU) o Ignacio Aguado y Begoña Villacís (Ciudadanos)
En la manifestación se pudieron ver banderas griegas para mostrar el apoyo al pueblo heleno. Y, por primera vez, Telemadrid retransmitía la manifestación en directo.
La Fiesta
Banderas de arco iris, carrozas, música, alcohol y gente, mucha gente disfrutaba al ritmo de los altavoces del mayor evento de la ciudad. Las plazas y calles del centro han permanecido abarrotadas de gente que disfrutaba de la fiesta. Los locales y discotecas de la zona se han aprovechado de estos días para subir el precio de las entradas y copas. El calor y el buen tiempo no ha dado tregua y ha acompañado la fiesta en todo momento.
Consecuencias
Pero lo cierto, es que no todo es positivo. Como en cualquier fiesta, ha habido desfases y desfasados. La cantidad de residuos vertidos en las calles de la capital ha provocado el enfado de muchos vecinos del centro que ven la fiesta como excusa de algunos para hacer un macrobotellón. El olor a orín en las calles es lo que más indignación provoca entre los vecinos.
«Algunos quieren reivindicar sus derechos, pero la mayoría de la gente viene con otras intenciones y no tiene control» afirma Esteban Benito, presidente de la Asociación de Vecinos del barrio de Chueca.
Los servicios municipales de basura trabajaron hasta el último momento para quitar las toneladas de residuos.