Investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia desarrollan un dispositivo, como un piercing en la lengua, para que los discapacitados controlen la silla de ruedas.

Credit: Gary Meek
Los discapacitados tendrán mayor dependencia, ya que podrán controlar su silla de ruedas a través de un dispositivo colocado en la lengua, en modo de piercing. Este estudio, publicado en “Science Translational Medicine”, ha sido realizado por los investigadores del Instituto tecnológico de Georgia (EEUU), Jeonghee Kim y Hangue Park, bajo la tutela del investigador Maysam Ghovanloo, y probado en enfermos con lesión medular.
Financiado por el Instituto Nacional de Imágenes Biomédicas y Bioingeniería y la Fundación Nacional de Ciencias y con la colaboración de científicos del Centro Shepherd en Atlanta, y del Instituto de Rehabilitación de Chicago y de la Escuela Feinberg de la Universidad Northwestern de Medicina de Chicago, el estudio ha sido posible.
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¿En qué consiste el sistema Tongue Drive?
El sistema “Tongue Drive”, es inalámbrico y portátil, y supera en velocidad, manteniendo la precisión de las actuales sillas de ruedas. Funciona como un joystick, ya que el dispositivo es controlado con la posición de la lengua del paciente. El efecto de movimiento se produce por unos sensores que retransmiten la posición que dicta la lengua a un auricular, y puede hacer hasta seis comandos según la posición de la lengua.

Credit: Maysam Ghovanloo
Ghovanloo aseguró que “Tongue Drive” es una herramienta prometedora para los pacientes que han perdido la movilidad en brazos y piernas por tetraplejia o cuadriplejia y «es fácil de entender lo que el sistema puede hacer y lo bueno que puede llegar a ser». El sistema aún no puede comercializarse ya que el equipo de Ghovanloo trabaja para mejorarlo y adaptarlo para otros usos.
Investigación
En el estudio participaron personas sanas y con diferentes grados de discapacidad física. En todos lo casos, los pacientes preferían usar este sistema al de las sillas eléctricas. El rendimiento de los 11 sujetos con tetraplejía utilizando el sistema ‘Tongue Drive’ era tres veces más rápido. Para Ghovanloo, «ese fue un descubrimiento muy emocionante, y los resultados son testimonio de la rapidez y la precisión con la que se puede mover la lengua».

Crédit: Gary Meek
Los experimentos se repitieron durante cinco semanas para el grupo sin discapacidad y durante más de seis para el grupo tetrapléjico, y todos fueron capaces de manejar la silla.