Un estudio reciente de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) revela que la alimentación restringida en el tiempo puede ser una herramienta eficaz para mejorar la salud y el rendimiento de los deportistas. Esta estrategia nutricional, que limita el horario de ingesta, parece además favorecer la longevidad y la prevención de problemas metabólicos, sin afectar negativamente la fuerza ni la capacidad aeróbica.
La alimentación restringida en el tiempo (ART) consiste en limitar las horas del día en que se consume alimento, con ventanas que pueden ir de 3-4 horas hasta 10-12 horas. Aunque su efecto en la salud de la población general ya se ha estudiado, mostrando beneficios como el aumento de la longevidad, su impacto en los deportistas era hasta ahora poco explorado.
El estudio liderado por Òscar Sánchez, dietista y nutricionista, junto a investigadores de la UOC, concluye que la ART no solo puede ser recomendada para mejorar la salud general, sino que también tiene efectos positivos en quienes practican deporte de alto rendimiento.
Beneficios para la salud y el envejecimiento

Entre los hallazgos más destacados, la ART ayuda a mejorar parámetros relacionados con el envejecimiento, al influir de forma positiva en ciertos marcadores hormonales y moleculares. Además, en deportes de resistencia, la alimentación restringida mejora la composición corporal y fortalece el sistema inmunológico, aspectos fundamentales para la salud a largo plazo.
Esta práctica también podría ser útil para prevenir complicaciones metabólicas cuando los deportistas dejan de entrenar o competir a nivel profesional, lo que puede favorecer una transición más saludable hacia etapas de menor actividad física.
Mejora del rendimiento deportivo
Los resultados indican que la alimentación restringida puede mantener o incluso aumentar el rendimiento sin provocar efectos adversos. Se ha observado que, sobre todo cuando se combina con entrenamientos interválicos de alta intensidad (HIIT), esta estrategia nutricional potencia la fuerza, la potencia aeróbica y la capacidad deportiva en general.
Sin embargo, los investigadores recuerdan que, aunque prometedora, esta combinación necesita estudios adicionales para definir protocolos específicos seguros y efectivos, adaptados a las necesidades particulares de los deportistas de alto nivel.
Una revisión científica rigurosa
El análisis realizado es una revisión sistemática de estudios publicados en los últimos cinco años, consultando bases de datos médicos como Medline y Cochrane. Se seleccionaron 18 estudios, con una diversidad de participantes y disciplinas, que abordan desde poblaciones generales hasta deportistas de alto rendimiento con diferentes protocolos de ART.
Este trabajo, desarrollado también por la investigadora Laura Esquius y el profesor Daniel Badia-Martínez, aporta una base científica inicial que invita a considerar la alimentación restringida en el tiempo como una estrategia válida para el deporte, la salud y el envejecimiento.
Un enfoque con potencial para el futuro
Los expertos subrayan la necesidad de continuar investigando para afinar recomendaciones y para entender mejor los mecanismos que explican estos beneficios. La alimentación restringida en el tiempo surge como una vía interesante, no solo para mejorar el rendimiento a corto plazo, sino también para contribuir a un envejecimiento saludable entre los deportistas.
Para los vecinos interesados en mantener activos y cuidar su salud de forma natural, esta información abre una puerta a nuevas formas de entender la nutrición deportiva más allá de las dietas tradicionales.












