Alrededor de 8.000 personas disfrutaron en 2019 en la última edición del Belén Viviente que tanto emociona. Un recorrido en silencio por 50 escenas observando múltiples oficios para recrear la aldea de Belén, bien iluminada, con el attrezo adecuado, con figurantes como si fuera de cera.
Es el resultado de un gran trabajo en equipo y se nota. Unos 200 vecinos, entre figurantes y voluntarios, trabajan al unísono para conseguir, sin duda, uno de los Belenes Vivientes más bello y emotivo de la Comunidad de Madrid.
Nada sería posible sin los operarios de mantenimiento del Ayuntamiento, encargados de los decorados y montaje durante al menos 50 días.
El Parque Nuestra Señora del Rosario en Alalpardo se convierte en la Aldea de Belén el 25 y 26 de diciembre a las 19:00 horas.
Cada año es más grande, más bello, más emotivo. El Belén Viviente volverá a dejarte sin habla.
Uno de los Belenes Vivientes más famosos de la Comunidad de Madrid
El objetivo del Belén viviente de Alalpardo es transportar al visitante a otra época durante un recorrido de 1.100 metros mientras recorrer la aldea de Belén de noche disfrutando de cerca de medio centenar de escenas en las que participan unos 200 figurantes.
Los visitantes caminarán y observarán el censo, el molino, el tributo, el castillo, la jaima, pasando por los diferentes oficios como son la carpintería, la fragua, la alfarería, las telas y tapices, las aguadoras o lavanderas.
Tras recorrer los escenarios de Belén llegarán al punto neurálgico del nacimiento de Jesucristo, el Portal de Belén y muchos tendrán que pellizcarse para darse cuenta de que es una representación. Porque aunque no lo parezca es un Belén de carne y hueso donde se derrocha magia.