Adriana Cerezo la española de 17 años se ha hecho con la plata en los juegos olímpicos de Tokio, en Taekwondo. La madrileña sigue haciendo gala de su apodo de ‘Niña Maravilla’ inaugurando el medallero español en Tokio. Rozó la gloria, pero perdió el oro a siete segundos del final ante la tailandesa Panipak Wongpattanakit por apenas un punto y acabó entre lágrimas.
«Indescriptible la sensación de tener a toda tu gente detrás. No me quedan palabras de agradecimiento para todas las personas que me han mostrado su apoyo antes, durante y después de la competición«, dijo Adriana Cerezo después de ganar la medalla de plata.
Adriana Cerezo, plata en Tokio
La que hasta hace un año era la gran promesa del taekwondo nacional hoy es ya su referente. En apenas tres meses se ha proclamado campeona de Europa de -49 kg y subcampeona olímpica. La madrileña se convierte en la tercera medallista olímpica española más joven de la historia (17 años y 242 días) sólo por detrás de Patricia Moreno (16 años y 229 días) y Faustino Reyes (17 años y 127 días).
En su primer combate se impuso a la serbia Tijana Bogdanovic, número 2 del mundo, subcampeona olímpica en Río 2016 y a la que ya había ganado en el reciente Europeo. Pese a acabar 12-4, no estaba satisfecha del todo.
En las semifinales, se impuso a la turca Rukiye Yildirm (39-19). Cogió fuerzas para enfrentarse a la tailandesa Panipak Wongpattanakit, bronce en Río y bicampeona mundial, y la única que logró imponerse a la española (11-10).
Adriana Cerezo
La historia de Adriana Cerezo en este deporte comienza a la temprana edad de 4 años en el gimnasio del barrio de sus abuelos.
Actualmente entrena en el Hankuk International School de San Sebastián de los Reyes, con el cual inició sus competiciones a nivel internacional.
El Hankuk International School está ubicado en el Centro Deportivo Viña Fitness (Av. de la Sierra, 24). A través de esta escuela deportiva se entrenan a taekwondistas para participar en las competiciones internacionales.
El camino hasta llegar a los campeonatos y las medallas de Adriana ha estado, lleno de energía e ilusión, y también cargado de trabajo duro.
