¿Es realmente saludable optar por una dieta basada en plantas? Un reciente estudio de la UBA revela que muchos productos vegetales procesados pueden no ser la opción más nutritiva
Cada vez más personas eligen el vegetarianismo y el veganismo como estilos de vida, atraídas por motivos de salud, ética y sostenibilidad. Sin embargo, una investigación de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) pone en duda la percepción de que todos los productos vegetales son inherentemente saludables. El análisis de más de 200 alimentos elaborados a partir de plantas, disponibles en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), ha sacado a la luz preocupaciones sobre posibles deficiencias nutricionales en quienes adoptan estas dietas sin la debida planificación.
El creciente interés por las dietas basadas en plantas
La tendencia hacia el vegetarianismo y el veganismo ha crecido notablemente. Según datos de Euromonitor, entre un 4% y un 6% de la población mundial se identifica como vegetariana o vegana. En Argentina, este número asciende a aproximadamente un 12%, lo que es similar a las cifras de varios países europeos. Esta inclinación a menudo se justifica con razones de salud, preocupaciones éticas o ideológicas sobre el bienestar animal y el impacto ambiental de la producción de carne.
Sin embargo, adoptar una dieta basada exclusivamente en plantas sin un adecuado asesoramiento puede acarrear serias consecuencias para la salud.
Nutrientes esenciales en peligro
Luis Dyner, profesor e investigador de la UBA, advierte que «cuando se abandona una dieta omnívora y se adopta una dieta vegetariana o vegana que no está bien planificada, hay un riesgo significativo de deficiencia de nutrientes esenciales». Entre los nutrientes críticos que a menudo se carecen se encuentran el hierro, el zinc, el calcio, las vitaminas B12 y D, y los ácidos grasos omega-3.
Para asegurar un aporte adecuado de estos nutrientes, Dyner sugiere incorporar alimentos ricos en ellos, como frutas secas, semillas y aceites de origen vegetal. Sin embargo, hay casos en los que se requerirán suplementos dietéticos o alimentos fortificados.

¿Son saludables los productos veganos?
Un hallazgo crucial del estudio indica que muchos productos diseñados para vegetarianos y veganos no son necesariamente saludables. «Las personas que se vuelven vegetarianas a menudo lo hacen en busca de una alimentación más saludable», afirma Carola Greco, otra investigadora involucrada en el estudio. Sin embargo, muchos de estos productos industrializados están cargados de aditivos y carecen de los nutrientes esenciales que prometen.
Un ejemplo claro son las bebidas vegetales, como las de maní, almendra o castaña. A menudo, estas «leches» contienen un exceso de sodio y grasas, lo que las convierte en opciones menos saludables que la leche de vaca.
Análisis nutricional: Una necesidad imperiosa
El equipo de investigación realizó un análisis exhaustivo de más de 200 productos alimenticios que se comercializan en supermercados y dietéticas. «Es fundamental conocer la composición centesimal de los productos», subraya Greco. Esto implica entender el contenido calórico, así como los niveles de carbohidratos, proteínas, grasas y sodio.
Un aspecto inquietante es que lo que se indica en las etiquetas de los productos no siempre es una representación precisa. «La legislación permite una variación de hasta un 20% en la declaración de nutrientes», aclara Greco, lo que puede llevar a confusiones y a deficiencias no detectadas en la dieta de quienes consumen estos alimentos.
Biodisponibilidad: La clave de la absorción
No solo es relevante la cantidad de nutrientes que contienen los alimentos, sino también la biodisponibilidad, es decir, cuán eficientemente el cuerpo puede absorber esos nutrientes. Dyner explica que «el hierro de origen vegetal se absorbe de manera menos eficiente que el hierro de origen animal». Además, algunos alimentos vegetales pueden interferir con la absorción de minerales esenciales. Por ejemplo, combinar legumbres o cereales con jugos de frutas como naranja o manzana puede mejorar la asimilación de hierro y otros nutrientes.

La importancia de la asesoría nutricional
Ante esta complejidad, los especialistas en nutrición juegan un papel crucial. «Cuando se decide seguir una dieta vegetariana o vegana, es fundamental consultar con un profesional», enfatiza Dyner. Esto es especialmente importante para grupos vulnerables como niños, embarazadas y madres lactantes, quienes tienen requerimientos nutricionales específicos que podrían no ser cubiertos por una dieta basada en plantas.
La búsqueda de suplementos efectivos
El equipo de Greco y Dyner no solo se ha enfocado en los productos alimenticios, sino que también están investigando suplementos dietarios que se dirigen a vegetarianos y veganos. Estos suplementos están diseñados para aportar los nutrientes críticos que podrían faltar en la dieta, aunque no siempre cumplen su promesa.
La vitamina B12 es un claro ejemplo; se encuentra de manera natural solo en productos de origen animal y su ausencia puede tener graves consecuencias para la salud, afectando especialmente al sistema hematopoyético.
Informarse es la clave
Asegurar una alimentación saludable es vital, especialmente para aquellos que eligen dietas basadas en plantas. La investigación de la UBA destaca la importancia de estar bien informados y asesorados. La comunidad científica está comprometida a educar sobre estos temas a través de cursos y programas académicos, garantizando que la transición hacia una dieta sin alimentos de origen animal se realice de manera segura y saludable.