El Ayuntamiento de Madrid aprobó este jueves 29 de julio el avance de la modificación de sus normas urbanísticas, que sólo permitirá la implantación de viviendas turísticas cuando que se encuentren en los bajos o primera planta de su edificio y no estén encima de otra vivienda, con el fin de mejorar la convivencia con el resto de residentes del mismo edificio.
Esta noticia ha creado disputa entre los propietarios de pisos turísticos que alegan que si se trata de una limitación para evitar ruidos y molestias ‘se molesta igual en un quinto que en un primero’.
El objetivo de estas nuevas medidas es mejorar la vida de los vecinos y su seguridad. Otra de las razones que alegan desde el consistorio de la capital es que alrededor del 98% de las alrededor de 14.000 viviendas turísticas de la capital son ilegales.
Modificación del Plan Especial de Hospedaje (PEH)
La razón de que muchas de estas viviendas actualmente no cuenten con licencia se debe a que durante el Gobierno de Manuela Carmena se llevó a cabo el Plan Especial de Hospedaje (PEH) que obligaba a los pisos turísticos a contar con un acceso independiente, «algo casi imposible».
También hacer «aflorar esta actividad» que, en la actualidad, se desarrolla al margen de la ley. El propio Consistorio calcula que el 98% de las casi 14.000 viviendas turísticas de la capital son «ilegales» según el actual Plan Especial de Hospedaje (PEH), impulsado por el Gobierno de Carmena, principalmente porque obligaba a estos inmuebles a contar con un acceso independiente, algo que, con la nueva modificación, queda anulado.
Sin embargo ahora, aquellos propietarios que contaban con la licencia de piso turístico, pueden llegar a perderla si su vivienda en propiedad se encuentra por encima de las plantas bajas y primeras, algo que indigna realmente al colectivo.

El alivio parcial de los vecinos
Una indignación que contrasta con el alivio de los vecinos que aseguran que en muchas ocasiones el ruido que se realiza en las casas, la llegada de los inquilinos a altas horas de la noche subiendo por las escaleras, así como la suciedad que generan aquellos que llegan tras beber alcohol resulta un problema de convivencia que, podría solventarse si se limita el uso de estas viviendas exclusivamente en los bajos y primeros.
Con la aprobación de este avance de modificación de las normas urbanísticas y su publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, prevista el 16 de agosto, se abrirá un plazo de información pública de tres meses, a cuya conclusión la reforma volverá a pasar por la Junta de Gobierno para continuar su tramitación, que podría alargarse alrededor de un año.