Una mayor diversidad vegetal en los olivares no solo conserva la riqueza natural, sino que también beneficia a las aves sin afectar la producción. Así lo revela un estudio conjunto de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y la Universidad de Jaén, que identifica umbrales ecológicos para equilibrar productividad y biodiversidad en este cultivo tan tradicional como esencial en el sur de España.
El paisaje mediterráneo ha mostrado cambios profundos debido a la intensificación agrícola, con olivares cada vez más extensos y menos cubiertos de vegetación natural. Frente a esta evolución, el estudio analiza 50 fincas del sur español para medir cómo responden las comunidades de aves a diferentes grados de manejo agrícola, desde monocultivos intensivos hasta olivares con cobertura vegetal abundante y hábitats naturales cercanos.
Diversidad vegetal y aves: los datos hablan
Los investigadores examinaron variables como la diversidad y abundancia de plantas herbáceas y leñosas, la densidad de olivos y la presencia de hábitat natural. La conclusión fue clara: la abundancia y diversidad de aves se incrementa de forma progresiva a medida que aumenta la cobertura y variedad de plantas en la finca.
Vicente García-Navas, primer autor del artículo, destaca que este efecto positivo se observó en especies con dietas y estrategias muy diferentes, revelando un patrón uniforme de respuesta. Es decir, cuidar la vegetación ayuda a todo tipo de aves, no solo a unas pocas.
Umbrales clave para la biodiversidad en olivares
El estudio identifica que mantener al menos 85 plantas herbáceas y 15 leñosas por finca puede amplificar significativamente la presencia y diversidad de aves sin perjudicar la rentabilidad del olivar. Estos umbrales permiten marcar objetivos concretos para gestionar la biodiversidad sin poner en riesgo la producción.
Conservación a escala múltiple
Los beneficios no solo dependen de la finca en sí, sino también del paisaje que la rodea. Por ello, las acciones para conservar la biodiversidad deben ir más allá de los límites del cultivo, considerando el entorno natural cercano para maximizar los positivos efectos sobre la fauna.
Agricultura rentable y responsable
Integrar biodiversidad en la gestión agrícola no es solo cuestión ambiental, sino también económica. Los resultados del estudio, enmarcado en los proyectos LIFE Olivares Vivos y Olivares Vivos+, apuntan a que preservar la variedad vegetal puede contribuir a la rentabilidad del olivar.
Pedro J. Rey, catedrático de la Universidad de Jaén, señala que estos datos pueden orientar políticas agrarias y mejorar la efectividad de programas como la Política Agraria Común, incentivando el mantenimiento de vegetación que fomente la biodiversidad.