La anguila europea, un pez que muchos conocemos como un alimento común, está ahora en peligro extremo de desaparecer para siempre. Aunque cada vez hay menos, su pesca y venta continúan porque su precio no para de subir, convirtiéndola en un producto de lujo que muchos buscan. Esta situación peligrosa y extraña ha sido confirmada por científicos de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) en un estudio reciente.
La anguila europea está en “peligro crítico de extinción”, la categoría más grave que se puede tener, desde hace 20 años. Eso significa que la especie está muy cerca de desaparecer. A pesar de esta situación, se sigue pescando y vendiendo, lo que pone en riesgo su supervivencia definitiva.
¿Por qué la anguila es tan cara?
Antes, la anguila era un alimento común y accesible. Pero desde los años 80, su número ha caído un 95%. Eso quiere decir que ahora llega solo una pequeña parte de las anguilas que antes poblaban ríos y costas. Sin embargo, la demanda por un producto exclusivo ha hecho que su precio suba mucho, pasando de unos pocos euros el kilo a casi 1.000 euros. Esta subida brutal impulsa a los pescadores a seguir capturándola, incluso cuando cada vez quedan menos ejemplares.
La pesca sigue siendo rentable
Normalmente, cuando una especie se vuelve escasa, pescarla se vuelve más difícil y caro. Pero con la anguila europea, no es así. El costo de atraparla casi no ha subido, porque basta con esperar a que las anguilas juveniles lleguen cada año a los ríos. Además, como el precio es tan alto, los pescadores siguen ganando dinero, por pequeño que sea el número que capturan.
Un peligroso círculo vicioso
Este comportamiento se llama “espiral de extinción ligada al mercado”: a medida que la anguila se vuelve más rara, su precio sube y se vuelve más atractiva para el mercado, lo que hace que siga siendo cazada sin control, poniendo en riesgo la especie hasta llevarla a su desaparición.
El papel de la tradición y la cultura
En España, especialmente en el País Vasco, existe una tradición muy arraigada de consumir angulas, que son las crías de la anguila. Este consumo directo mantiene la demanda viva, a pesar de lo delicado que es la situación de la especie.
Lo que piden los científicos
Para evitar que la anguila desaparezca, los expertos recomiendan detener completamente su pesca y su comercio, no solo en España, sino en toda Europa y donde quiera que se encuentre esta especie. Solo así se podría dar un respiro a la anguila y permitir que su población se recupere.