Concluye con éxito la rehabilitación de la fachada en la Casa Museo de la Villa de Colmenar Viejo

Un respiro para el patrimonio: La rehabilitación de la Casa Museo de la Villa, esencial para su conservación, ha concluido con éxito y una inversión de 13.742 euros, devolviendo su aspecto original a la fachada y asegurando su futuro como bien protegido.

La Casa Museo de la Villa, un verdadero pilar del patrimonio local, ha culminado con éxito su esperada restauración. Tras un meticuloso proceso de rehabilitación, la fachada principal del emblemático edificio ha recuperado su belleza original, un acontecimiento celebrado por quienes valoran la historia y la cultura de la región. Esta intervención no solo es una cuestión de estética, sino un acto fundamental para preservar una estructura catalogada como Bien Protegido con un alto grado de salvaguarda.

El proyecto, impulsado por la administración municipal, ha supuesto una inversión de 13.742 euros (IVA incluido), una cifra que refleja el compromiso con la conservación de los activos culturales. La necesidad de actuar era patente, pues el paso del tiempo y las inclemencias habían provocado una notable pérdida del material de revestimiento en diversos puntos, poniendo en riesgo la integridad visual y estructural del inmueble. Los trabajos, ya finalizados, garantizan que este punto de referencia cultural siga contando la historia de la villa durante muchos años más.

¿Qué se ha hecho exactamente para revivir esta joya arquitectónica?

La rehabilitación de la fachada no ha sido un simple «lavado de cara». Ha requerido una intervención técnica muy específica, ejecutada bajo la atenta mirada de la normativa de conservación patrimonial. El proceso se inició con el repicado (eliminación) del revestimiento antiguo y deteriorado. Este paso fue crucial para preparar la superficie de forma adecuada.

Posteriormente, se aplicó un puente de unión, un elemento esencial en este tipo de obras. ¿Por qué es tan importante? Simple: este compuesto actúa como un nexo de alta resistencia, asegurando que el nuevo sistema de revestimiento se adhiera correctamente y que su durabilidad se prolongue en el tiempo, previniendo futuros desprendimientos. Es la garantía de que el trabajo realizado perdurará.

El concejal de Medio Ambiente y Sostenibilidad y Edificios Públicos, Agustín de la Fuente Jiménez, explicó con detalle la metodología empleada, destacando el uso de materiales tradicionales y compatibles con la naturaleza del edificio. “Hemos revestido la fachada principal con mortero a la cal bicapa que incluye una malla de fibra de vidrio, y hemos terminado con un enfoscado de mortero de cal aérea,” detalló el edil. Esta técnica no solo asegura la resistencia, sino que también mimetiza a la perfección el acabado histórico de la construcción. El objetivo principal, según sus palabras, era claro: “Hemos recuperado el aspecto que presentaba la fachada antes de su deterioro”.

¿Por qué esta Casa Museo necesita una protección tan rigurosa?

La Casa Museo de la Villa no es un edificio cualquiera. Su inclusión en el Catálogo de Bienes Protegidos de la localidad, con un estatus de grado de protección estructural, subraya su valor incalculable. Esto significa que cualquier intervención debe ser cuidadosamente planificada y ejecutada para no alterar sus elementos esenciales y su configuración original. El grado estructural es uno de los más altos, implicando que no solo se protege su apariencia externa, sino la propia composición y estabilidad del inmueble.

El deterioro superficial, aunque visible, actuaba como una señal de alarma. La pérdida de material de revestimiento, concentrada en la fachada principal, que abarca una dimensión longitudinal de 18,50 metros y una superficie de 97,73 metros cuadrados (en la zona superior al zócalo de piedra), hacía imperativo actuar con presteza y precisión. De lo contrario, los daños podrían haberse extendido a capas más profundas de la estructura, complicando y encareciendo futuras reparaciones.

¿Ha sido necesario un permiso especial para esta rehabilitación?

Absolutamente. Al tratarse de un edificio con un nivel de protección tan elevado, las obras no podían ejecutarse sin la venia de las autoridades competentes en la materia. El edil De la Fuente Jiménez hizo hincapié en que todos los trabajos se han realizado “Siguiendo las consideraciones establecidas por la Subdirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid”. Este requisito garantiza que la restauración respeta los criterios históricos y arquitectónicos, evitando decisiones arbitrarias que pudieran dañar el valor patrimonial del inmueble.

Esta supervisión externa es una doble garantía: por un lado, asegura que se emplean las mejores prácticas de conservación; por otro, confirma que los fondos públicos, los 13.742 euros invertidos en esta rehabilitación, se han destinado a un proyecto con todas las garantías técnicas y legales.

Más allá de la inversión: El valor intangible de conservar la Casa Museo

La finalización de estas obras de rehabilitación de la fachada es un mensaje poderoso sobre la importancia de la cultura local y el patrimonio histórico. Para los ciudadanos de 40 a 65 años, que han visto la transformación de la villa a lo largo de las décadas, la imagen restaurada de la Casa Museo evoca un sentido de pertenencia y continuidad. Este edificio, más allá de ser un museo, es un testigo mudo de la historia local.

Invertir en su conservación es invertir en la memoria colectiva. Mantener su fachada en óptimas condiciones no solo mejora la imagen urbana, sino que asegura que las futuras generaciones podrán seguir accediendo y disfrutando de este espacio protegido. Es un esfuerzo constante, que requiere vigilancia y mantenimiento regular, pero que, a la vista de los resultados, merece cada euro y cada esfuerzo técnico. La Casa Museo de la Villa ha vuelto a brillar, un ejemplo de cómo la administración local se compromete con la preservación histórica de la villa.

Angel Sánchez Carbonell
Angel Sánchez Carbonell
Ángel Sánchez Carbonell - Director de Crónica Norte. Desde hace 37 años dedicado profesionalmente a la información y entretenimiento (TVE, Onda Cero, Tele Cinco, COPE...) Pero ante todo: un enamorado de la geografía de la península Ibérica. Montañero y apasionado por la enología y el mundo del vino, Miembro de la Unión Española de Catadores. Cuando la vida me lo permite señalizo caminos naturales como Técnico de Senderos de la Escuela Española de Alta Montaña. (EEAM) Pero sobre todo me pierdo por ellos...

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