Ingresa en prisión el varón que asaltó la misma gasolinera dos veces en Madrid con mascarilla y navaja

Amenazaba y agredía a los empleados, consiguiendo sustraer casi 1.000 euros de la caja registradora de la estación de servicio

La calma en una gasolinera de la ciudad de Madrid se vio interrumpida el pasado 10 de octubre por un violento asalto. Un hombre accedió al establecimiento y, esgrimiendo un arma blanca, se dirigió directamente a la caja registradora, profiriendo amenazas contra los empleados que se encontraban de servicio en ese momento. La intimidación surtió efecto rápidamente, permitiendo al asaltante sustraer una considerable suma de casi 600 euros de la máquina de cobro antes de huir precipitadamente del lugar.

La preocupación se disparó cuando, tan solo ocho días después, el mismo establecimiento fue víctima de un segundo ataque, confirmando la audacia y la falta de escrúpulos del delincuente. En esta ocasión, la fecha marcada en el calendario fue el 18 de octubre, cuando el individuo regresó a la misma estación de servicio para consumar un nuevo robo.

Un mismo patrón de actuación y violencia

Desde el inicio de las pesquisas, la Policía Nacional observó que ambos incidentes compartían un modus operandi preocupantemente similar. El ladrón mostraba una preparación básica al intentar ocultar su identidad cubriendo parcialmente su rostro con una mascarilla y una gorra. En los dos atracos, su herramienta de intimidación principal fue una navaja, con la que amenazaba a los empleados para doblegar su voluntad y conseguir el botín.

Sin embargo, el segundo asalto se caracterizó por un aumento significativo en la agresividad y la violencia ejercida sobre las víctimas. El día 18 de octubre, el atracador, además de portar la navaja, se dirigió a los dos empleados que estaban detrás del mostrador y elevó el tono de sus exigencias, profiriendo insultos y graves amenazas de muerte. Ante el shock y la parálisis de los trabajadores, la situación escaló a la agresión física. El delincuente no dudó en sujetar violentamente del cuello a una de las empleadas, lo que desencadenó un forcejeo. Este enfrentamiento resultó en un corte en el antebrazo de la trabajadora, una lesión que evidencia la brutalidad del ataque.

Botín total de casi mil euros y lesiones a la víctima

La coacción y la agresión física en el segundo robo obligaron finalmente a los empleados a acceder a las demandas del ladrón. Forzados a abrir la caja fuerte, el individuo consiguió sustraer la recaudación, que en esta ocasión ascendía a más de 400 euros. Sumando las cantidades de los dos incidentes, el botín conseguido por el atracador en apenas ocho días se acercó a la cifra redonda de casi 1.000 euros de las ganancias de la estación de servicio.

La investigación policial se centró rápidamente en la similitud de los robos, permitiendo a los agentes determinar que ambos asaltos habían sido perpetrados por el mismo autor. Esta conclusión fue crucial para acelerar la localización y detención del responsable, ya que el patrón de actuación era idéntico, desde la forma de ocultarse hasta el uso de arma blanca y el objetivo específico.

El cerco policial y la detención

Ante la evidencia de que se trataba de un delincuente reincidente y peligroso, se intensificaron las pesquisas policiales. El pasado 28 de octubre, en una acción coordinada para devolver la seguridad a la zona, los agentes de la Policía Nacional establecieron un dispositivo especial de localización. Este operativo culminó con éxito al conseguirse la detención del varón implicado en los dos asaltos a la gasolinera.

El momento de la detención aportó una prueba adicional de la peligrosidad del individuo. Los investigadores le incautaron dos armas blancas que portaba escondidas entre sus ropas. La posesión de estas armas en el momento del arresto refuerza la imagen de un delincuente que estaba preparado para continuar con su actividad ilícita o reaccionar violentamente ante la presencia policial.

Consecuencias judiciales y retorno a la normalidad

Tras su arresto, el varón fue puesto a disposición de la autoridad judicial. Las pruebas presentadas por la Policía Nacional fueron contundentes. El individuo fue formalmente imputado por dos delitos de robo con violencia e intimidación, en referencia a los dos asaltos cometidos, y un delito de lesiones, directamente relacionado con las heridas causadas a la empleada durante el forcejeo en el segundo atraco.

La respuesta de la justicia ha sido inmediata y firme. El juez, valorando la gravedad de los hechos, el uso de armas y la violencia ejercida sobre las víctimas, decretó el ingreso en prisión del detenido. Con esta medida cautelar, se pone fin a la preocupación de los vecinos y, sobre todo, de los empleados de la gasolinera, que vieron cómo su lugar de trabajo se convertía dos veces en una escena de peligro en menos de diez días.

Paula de Marcos Aragón
Paula de Marcos Aragónhttp://www.cronicanorte.es
Paula de Marcos Aragón, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Algete. Es redactora en Crónica Norte desde 2021.

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