La dieta occidental no puede frenar el cambio climático

01¿Afecta la dieta occidental al cambio climático? Según un estudio realizado por el centro Chatham House de Londres, nuestra dieta es incompatible con los objetivos marcados para frenar el calentamiento del planeta.

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Una dieta de carne y lácteos, como es el caso de occidente, no ayuda a frenar el cambio climático, según una encuesta realizada a 12 países desarrollada por Chatham House de Londres (Reino Unido), instituto independiente cuya finalidad es involucrar a los Gobiernos, al sector privado y a la sociedad, sobre temas internacionales que preocupan.

Actualmente, y siempre bajo los resultados de este estudio, no se están llevando a cabo medidas para limitar el consumo de carne y productos lácteos en el mundo. Pero, no solo a nivel institucional, sino también se dirige a la población, a los que se considera poco conscientes.

¿Cómo afecta la dieta al calentamiento?

El sector ganadero contribuye con casi un 15% en emisiones de gases de efecto invernadero, una cifra similar a la contribución que realizan los vehículos de combustible. En cambio, se ha insistido en la reducción de los gases de los transportes y apenas nada al modo de producir y consumir carne.

Si las tendencias actuales se mantienen y sigue aumentando el consumo de carne en los países emergentes y en los países en vías de desarrollo, no va a ser posible frenar el aumento de la temperatura y mucho menos alcanzar el objetivo de no superar los 2º C, incluso se podría llegar a las 4º C . ya se define la dieta occidental como la ‘dieta de los cuatro grados’

Brasil, China e India, los países con más consumo de carne

En el estudio se citan países como Brasil, China o India como los países que más aumentan su consumo de carne. Aunque, actualmente en Europa se consume más del doble de carne de lo que recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Soluciones: más pollo y cerdo

© clara maría inés
© clara maría inés

Una política para impulsar el mayor consumo de pollo y cerdo, dejando a un lado el consumo de carne vacuna y de cordero traería beneficios notables para el medio ambiente y para la salud pública.

Pero, la encuesta no revela cambios a corto plazo: un 54% de los encuestados no tenían conocimiento del impacto que la ganadería tiene en el clima y aseguraban que no están dispuestos a modificar el consumo de carne. Con respecto a los productos lácteos, hasta el 62% de los consumidores tampoco se muestran dispuestos.

Las expectativas manejan datos preocupantes, ya que se espera que el consumo de carne y productos lácteos aumente de forma significativa durante los próximos 40 años. Por ello, se incide en la necesidad de llevar a cabo una estrategia internacional para cambiar las tendencias alimentarias.

Aurora Cancela Pérez
Aurora Cancela Pérezhttps://www.cronicanorte.es
Aurora Cancela Pérez, periodista, licenciada en Ciencias de la Información y vecina de Colmenar Viejo. Es redactora en Crónica Norte desde 2017. Apasionada de la información local y los viajes.

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